Mitomanía en el poder: Cuando la mentira se vuelve política pública y provoca caos de Gobierno

Miguel Botello DETONA® Un pilar fundamental en la teoría moderna del liderazgo político y la gobernanza es la siguiente: “Un gobernante debe manejar el arte de construir confianza”.
https://vimeo.com/1091444957
El Arte de Construir Confianza

No de administrarla, de construirla.

Cada palabra, cada decisión, cada promesa pública moldea esa confianza que sostiene la legitimidad de un gobierno.

Y cuando un gobernante se acostumbra a mentir (cuando convierte la mentira en método, en estilo, en reflejo involuntario) el resultado no es solo la erosión de la credibilidad, sino un caos institucional que termina por arrastrar a toda la entidad.

Esto es lo que hoy vive Nuevo León.

No estamos frente a errores, ni a improvisaciones aisladas, ni a las narrativas típicas de la política moderna.

Estamos frente a un fenómeno más profundo y más dañino: la mitomanía desde el poder, una compulsión por construir relatos ficticios para ocultar realidades incómodas, manipular percepciones y evadir responsabilidades.

Y cuando esa mitomanía se instala en el Palacio de Gobierno, los costos los paga la ciudadanía. 

Un gobernador atrapado en sus propios relatos

De un gobernante se espera visión, seriedad, rumbo y resultados.

Pero lo que Nuevo León ha recibido en estos años es un gobernador obsesionado con vender una versión de sí mismo, aunque para eso tenga que retorcer datos, inventar logros o simular batallas épicas contra enemigos imaginarios.

Hoy la administración estatal opera como un teatro permanente: anuncios que no se concretan, obras que no avanzan, crisis que se maquillan, indicadores manipulados, y una constante narrativa de autoelogio que contrasta con la realidad que vive la gente en las calles.

La mitomanía política no es una anécdota psicológica: es un mecanismo de gobierno.

Y aquí se ha convertido en el sello de la administración. 

La mentira como política pública

La mentira, en esta administración, dejó de ser un tropiezo para convertirse en herramienta.

En la práctica, funciona como un sustituto de la gestión, una cortina digital que oculta ineficacia, improvisación y desorden interno.

No es casualidad: cuando un gobierno no puede presumir resultados, presume relatos.

Se prometió seguridad, pero el Estado sigue enfrentando episodios críticos, violencia creciente y decisiones erráticas.

Se prometió movilidad de primer mundo, pero los retrasos, sobrecostos y errores de planeación en proyectos como la Línea 4 y 6 del Metro han exhibido la falta de rigor técnico y la obsesión por el espectáculo.

Se prometió un gobierno ciudadano y cercano, pero lo que hemos visto es una administración encerrada en sí misma, que gobierna desde redes sociales y no desde la realidad.

La mitomanía ha contaminado cada área.

  • No se reconoce un error.
  • No se corrige un rumbo. 
  • No se asume una responsabilidad. 

La narrativa substituye la gobernanza. Y eso es lo más peligroso.

El caos como resultado natural

El caos de gobierno no nace de la mala suerte ni de conspiraciones externas.

Nace de tres raíces que hoy están claramente visibles: 

  1. La incapacidad de reconocer la realidad: Un líder que miente de manera constante se va desconectando de su propio gobierno. Empieza a creer en sus relatos. Se rodea de personas que confirman sus versiones. Se aleja del territorio, de los datos, de las voces críticas. La consecuencia es un gobierno sin diagnóstico y, por lo tanto, sin capacidad de resolver. 
  2. La improvisación como hábito: Cuando la mentira sustituye la planeación, cuando el anuncio importa más que el resultado, los proyectos públicos se convierten en impulsos. Y un gobierno impulsivo es un gobierno que administra crisis en lugar de evitarlas. 
  3. La polarización como única defensa: Para proteger la mentira, el gobernante necesita un enemigo. Alguien a quien culpar, alguien a quien señalar para distraer. Esa lógica ha contaminado la relación con alcaldes, con empresarios, con ciudadanos y con otras instituciones. El resultado es un clima político tóxico que desgasta a todos.

El costo para la ciudadanía: la normalización del engaño

Quizá lo más doloroso no es que un gobernante mienta.

Lo más doloroso es que la ciudadanía empiece a normalizar esas mentiras, a aceptarlas como parte del paisaje político, a renunciar a la exigencia ética porque “así es la política”.

En el fondo, la mitomanía en el poder funciona solo cuando la sociedad baja los brazos.

Pero Nuevo León no puede permitirse esa renuncia.

Un estado que presume liderazgo nacional no puede acostumbrarse a la irresponsabilidad, a la simulación ni al caos administrativo.

El desarrollo económico, la seguridad, la movilidad y la calidad de vida dependen de instituciones serias, no de gobernantes que se creen su propio guion.

¿Qué sigue para Nuevo León?

No se trata de atacar personas. Se trata de recuperar principios elementales de la ética pública: 

  1. La verdad como base del liderazgo.
  2. La responsabilidad como condición del cargo. 
  3. La rendición de cuentas como práctica cotidiana.
  4. La planificación como antídoto contra la improvisación y, 
  5. La honestidad (no como virtud moral, sino como herramienta de gobierno). Hoy más que nunca, Nuevo León necesita una ciudadanía que observe, cuestione, compare e investigue. Porque donde la mentira se vuelve costumbre, el silencio ciudadano se vuelve complicidad. 

Que NO nos arrebaten la verdad.

Los ciudadanos de Nuevo León no podemos permitir que la mitomanía se vuelva el nuevo estándar del gobierno.

Tampoco podemos aceptar que el caos administrativo se disimule con videos, discursos o encuestas de percepción claramente fabricadas.

La verdad es un valor público, un recurso democrático y un derecho colectivo.

Que quede claro: cuando ungobernante miente, no falla él… fallan las instituciones que encabeza, y fallamos también nosotros si lo dejamos pasar.

Es momento de recuperar nuestra voz, nuestra exigencia y nuestro sentido común.

La mentira puede servir para ganar tiempo, pero jamás para construir un futuro.

Nuevo León merece un futuro con orden, con visión y con líderes responsables, capaces de gobernar y con habilidades de operar en favor de todos los ciudadanos.

Tiene usted estimado lector la última palabra.
https://vimeo.com/1115590494
https://vimeo.com/1115590526
Miguel Botello

Miguel Horacio Botello Treviño nace en Monterrey, N.L., el 4 de enero de 1967. Obtuvo el título profesional de Licenciado en Economía y el grado de Maestro en Ciencias Administrativas, con especialidad en Finanzas, en el ITESM Campus Monterrey. En la Universidad Autónoma de Nuevo León es pasante de la Maestría en Administración Pública, con especialidad en Finanzas Públicas. Su formación académica se ha complementado con diversos cursos tomados en instituciones especializadas nacionales e internacionales en rubros como Finanzas, Gestión de Calidad, Aplicación de Políticas Públicas, Seguridad en Instituciones Educativas y otros.

Trayectoria Profesional:

El Mtro. Botello se ha desarrollado profesionalmente los últimos 13 años en la Administración y el Servicio Público, de mayo de 2024 a la fecha como consultor y asesor en asuntos de gobierno, políticas públicas y de relaciones interinstitucionales en los tres niveles de gobierno: Federal, Estatal y Municipal.

En el Estado de Nuevo León colaboró de noviembre de 2021 a abril de 2024 como Director de Planeación y Evaluación en el CONALEP en Nuevo León; como Consultor independiente en relaciones con Gobierno de febrero 2020 a octubre de 2021; en el Gobierno Federal de diciembre de 2017 y hasta finales de enero de 2020 colaborando en la Autoridad Federal para el Desarrollo de las Zonas Económicas Especiales/Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec en donde tuvo el cargo de Director General de Permisos, Asignaciones y Autorizaciones; adicionalmente coordinó los esfuerzos en materia de Seguridad Pública por parte de la Autoridad Federal con los tres niveles de gobierno, participando activamente en los grupos de coordinación operativa en los Estados definidos como Zona Económica (Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Veracruz, Tabasco, Campeche y Yucatán).

En términos de la coordinación también destaca la activa gestión y negociación con la SEGOB y la SEMAR para lograr consensos que permitieran una mejor distribución de recursos en materia de seguridad para las Zonas Económicas Especiales.

Anteriormente, en el período de 2011-2016 colaboró como Secretario Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública en el Gobierno del Estado de Oaxaca encabezado por el Gobernador Gabino Cué Monteagudo. Entre sus aportaciones destacan: liderazgo y habilidad estratégica en negociaciones de alto nivel en Seguridad Pública, Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia, resolución de conflictos, ejecución y seguimiento de acuerdos del Consejo Estatal de Seguridad Pública, coordinación de estudios especializados, supervisión de cumplimiento de protocolos y correcta aplicación de recursos federales para seguridad pública, además de la coadyuvancia con la Auditoría Superior de la Federación.

En el ámbito privado cuenta con una amplia trayectoria dentro del medio financiero. Trabajó en Casa de Bolsa Prime, S.A. de C.V., Multivalores S.A. de C.V., Casa de Bolsa y en GBM, Grupo Bursátil Mexicano S.A. de C.V., Casa de Bolsa. Posteriormente ingresó a Impulsora de Servicios Corporativos S.A. de C.V. y fue socio-director en FINEST, Finanzas Estratégicas S.C. Más adelante se desempeñó como director de finanzas y tesorería en Consorcio Inmobiliario Santos S.A. de C.V. y socio en PROFITS Estrategia y Consultoría Internacional. Ha participado en proyectos de seguridad y tecnología en Tabasco y Villahermosa, además de representar en México a Military Spare Parts France.

Ha sido miembro del Consejo Consultivo de Desarrollo del Centro Bursátil Monterrey, instructor autorizado por la CNBV, CONSAR y MEXDER, además de catedrático por cerca de 23 años en el ITESM, el Instituto de Especialización para Ejecutivos, la Universidad Mexicana del Noreste y la Universidad de Monterrey.

Otras actividades incluyen la presidencia del Consejo Consultivo Ciudadano de Finanzas y Tesorería Municipal de San Pedro Garza García, N.L. (2005-2007), miembro del Consejo Municipal de Desarrollo Social, y parte de la planilla encabezada por Tatiana Clouthier en 2008. En 2010-2011 fue director general de la Fundación Equidad y Progreso en Nuevo León, en apoyo a la candidatura presidencial de Marcelo Ebrard Casaubón.

Ha sido analista y comentarista financiero en prensa, radio y televisión: conductor del programa Línea Financiera (TV Azteca), colaborador en MVS Radio, y articulista en El Norte, Reforma, The Dallas Morning News y actualmente en Monitor Político.