Fracasó el sabotaje

Andrés Manuel López Obrador no quería, a dos semanas de la elección presidencial, que el Zócalo de la Ciudad de México se pintara de rosa en una expresión unánime de repudio a su presidencia y de apoyo a Xóchitl Gálvez.
Utilizó al grupo de choque y extorsión que es la coordinadora magisterial y el gobierno capitalino quiso inhibir la asistencia con una contingencia ambiental y cerrando la plancha del Zócalo hasta las ocho y media de la mañana, como si esa plaza no fuera pública.
No lo logró.
Así la Marea Rosa convertida en Tsunami.
— Fernando Belaunzarán (@ferbelaunzaran) May 20, 2024
La impotencia del oficialismo es publicar foto del Zócalo, una hora antes de que empezara el evento y sin dar cuenta de la aglomeración en las calles aledañas.
Pero la verdad se abre paso👇#TsunamiRosa pic.twitter.com/YQaDeqZBy4
Decenas de miles de personas, mayoritariamente ciudadanos de carne y hueso, colmaron la Plaza de la Constitución para decirle que, a diferencia de él, no le tienen miedo.
Los mercenarios de la disidencia magisterial pusieron obstáculos y pretendieron echar a perder el mitin, que estuvo acompañado por manifestaciones similares en más de 60 ciudades, y trataron incluso de bloquear el acceso al Zócalo, que tras escaramuzas y empellones optaron por mejor recular.
Las acciones emprendidas con el aval de la Presidencia y la complicidad del gobierno de la Ciudad de México muestran la estatura real de López Obrador como jefe de Estado, inmerecedor de ser llamado así porque nunca quiso representar a todos los mexicanos, ni gobernar para todos.

Ayer domingo va a quedar como uno de los momentos negros de su presidencia, cuando la historia revise su gestión a partir de sus resultados y de sus acciones, y encuentre que hizo todo lo posible, hasta el límite para no dar un manotazo autoritario, por impedir la congregación en el Zócalo y evitar que fuera en ese lugar, que por años consideró como suyo, donde lo increparan.
Las preguntas que quedan de ayer son del porqué el miedo a Gálvez y por qué el miedo a la oposición.
