Fue sólo un accidente

Jaime Mendoza DETONA®️ “Fue sólo un accidente” nos revela una serie de desgarradoras historias de un puñado de ex compañeros de prisión que sufrieron las consecuencias del abominable maltrato que sufrieron en Irán.
Por Jaime Mendoza
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Es una caja de Pandora en la que vamos conociendo, uno a uno, el sufrimiento, las torturas, el abuso y la desesperanza que vivieron estos personajes. 

Así, aunque no vemos explícitamente toda esta serie de abusos por parte de los torturadores; a partir de sus relatos y sus exabruptos nos adentramos en las humillaciones, torturas, azotes, descargas eléctricas, simulacros de ahogamientos y agresiones sexuales que sufrieron. 

La historia parte de ciertos acontecimientos fortuitos que provocan que una familia (papá, mamá e hija) se vea en la necesidad de hacer una parada por una falla mecánica de su auto. 

Y es en esta situación que se trasladan a un taller donde el padre, de nombre Eghbal, es reconocido por el mecánico Vahid como el verdugo torturador de la prisión de Evin. 

Pero a pesar de reconocer al torturador, Vahid no realiza nada en ese momento sino hasta el día siguiente que logra secuestrarlo. 

Todo indica que Vahid se vengará de Eghbal; pero al momento de estar enterrándolo vivo surge la incógnita de si realmente se trata del torturador o no. 

Ésto debido a que astutamente Eghbal le indica que la pata de palo que tiene es de una operación reciente y no de un accidente añejo. 

Además hay la duda por parte de Vahid porque los prisioneros siempre enfrentaron a su torturador con los ojos vendados. 

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A partir de este momento inicia la “travesía de verificación de identidad” de Vahid con sus antiguos compañeros de prisión. 

Y como diría Shakespeare surge el dilema: “to be or not to be”. 

Y en este caso en particular la pregunta es: 

  • ¿Qué hacer con el presunto torturador?
  • ¿Qué hacer con su existencia?
  • ¿Debe sufrir lo mismo que ellos padecieron? 

Y en el fondo debe haber venganza o compasión con el torturador. 

Este es el cuento, con toques de humor negro, que nos narra Jafar Panahi. 

Director que fue arrestado y condenado por el régimen iraní y que ya estando libre se atrevió a realizar el film en la clandestinidad debido a las prohibiciones que le impusieron.  

Para finalizar podemos decir que se trata de un film emotivo, divertido, reflexivo con un final aterrador que obtuvo la Palma de Oro en Cannes y que afortunadamente es posible disfrutarlo sin que aparezca la Policía de la Moral iraní para impedirlo.
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Jaime Mendoza
Dueño de la tienda/restaurante Oaxaca Deli (que es un espacio dedicado a promover principalmente a la gastronomía típica del estado de Oaxaca). En dicho lugar, se busca la autenticidad de los productos para que las personas de otras partes del país reconozcan la calidad de artículos artesanales como son el quesillo, el chocolate, el mole, los chapulines, etc. Jaime ha sido profesor e investigador en distintos niveles educativos, siendo el último El Colegio de la Frontera Norte. Ha realizado estudios de posgrado en universidades de México y del extranjero. Ha sido colaborador de medios de comunicación como el Canal 11 y periódicos como El Mañana y El Financiero.