Viajes y Cultura

Por falta de recursos, venden cenote mexicano 😰

Los dueños de los acuíferos considerados sagrados por los mayas, los están poniendo a la venta en 25,000 dólares.

En la selva de la Reserva Hidrológica del Anillo de Cenotes de Yucatán, Filiberto Pech anda en su mototaxi llevando a turistas a que conozcan su pueblo Cuzamá, de 5 mil habitantes, en donde hay más de 200 cenotes extraordinarios, escondidos en el subsuelo de esa comunidad maya, los cuales en su momento fueron considerados como sagrados por los pueblos autóctonos.

Sorprendentemente, se ha encontrado con anuncios de publicidad con la leyenda "Se vende cenote". Pech calcula que hay alrededor de 20 cenotes en venta con un precio de 500 mil pesos.

"La gente del pueblo los vende porque no tienen dinero para mantenerlos ni capacidad de atraer turismo”.

En este lugar paradisiaco, se reciben alrededor de 25 millones de turistas al año.

Las lluvias se encargan de llenar las cuevas del subsuelo, los cuales tienen una entrada abierta al cielo con un agujero color turquesa de agua dulce.

"Los antiguos pueblos mayas los consideraban un canal sagrado de conexión con los dioses donde realizaban ofrendas y sacrificios".

Uno de los cenotes pertenecía al padre de Pech y lo vendió con un terreno por medio millón de pesos a otro de los vecinos del pueblo aledaño.

“No teníamos el capital para mantener la escalera ni para construir una caseta para cobrar la entrada de 50 pesos (menos de 2.5 dólares)”, dijo,

Según el guía turístico, dice que es una buena manera de atraer capital y generar empleo en esa comunidad.

“Si alguien con dinero lo compra y lo tiene bonito, es bueno para el pueblo porque genera trabajo”.

La normativa estatal "no estipula ninguna restricción para la compra de terrenos que estén dotados de un cenote. El departamento de Conservación Ambiental de la Secretaría de Desarrollo Sustentable de Yucatán señala que no hay una ley específica para la compra de una parcela que contenga una entrada a los acuíferos, simplemente está prohibido que sus propietarios los modifiquen".

El comprador, además, debe comprometerse a mantenerlo libre de contaminación y en caso de descubrir vestigios arqueológicos mayas se deben de reportar.

Roberto Fuentes ha sido uno de los compradores de un cenote que se encontraba dentro de un terreno para construir un hotel con restaurante cerca de Homún, pero ahora lo tiene en venta para emprender un nuevo negocio.

“Cuando lo compré lo iban a usar para hacer una fábrica de hielo, pero yo lo adquirí para tener mi casa con un cenote. No serviría para atraer al turismo porque es pequeño y de difícil acceso, solo para que algunos buceadores paguen por explorarlo”, señaló.

Su terreno es de 16 mil metros cuadrados y es de los pocos que quedan de venta particular en la zona, ya que el resto pertenecen al ejidatario, las familias en su mayoría de origen maya, quienes son dueñas de estos territorios tras la reforma agraria de la Revolución mexicana.

“En esos casos tiene que haber una asamblea de los campesinos que componen el ejido para aprobar la venta, son como 200 miembros”, detalla.

El empresario señala que su oferta es muy barata: un primer pago de 120 mil pesos y luego cuotas mensuales de 50 mil hasta completar el precio total de 1.5 millones de pesos (alrededor de 75 mil dólares).
No todo es color de rosa

Estos recursos naturales tan mágicos, tristemente no cuentan con la protección debida, ya que la bióloga Carolina Aragón, dijo:

"He visto cómo los modifican: exploran la selva en busca de formadores de cenote, un árbol cuyas largas raíces penetran en la tierra evidenciando depósitos de agua, los encuentran y te venden el terreno ejidal porque necesitan el dinero. Incluso llegan a dinamitar la tierra para hacer las entradas”, agregó.

Por esta razón, inició una recolección de firmas en CHANGE.ORG para proteger y regular los acuíferos de la zona.

“La situación legal es supergris, hay un agujero ahí que permite la venta además de otras actividades. Las aguas de México están protegidas por la ley y nadie puede ser dueño de un río, un lago o un caudal”, explica Aragón,

Desgraciadamente, su petición no alcanzó el mínimo de firmas necesario después de dos años.

“Hay un gran desconocimiento de la riqueza y la importancia de los cenotes, por su bagaje cultural maya y por la belleza natural”, lamenta.

Como mal ejemplo, los hoteles con cenotes privados realizan fiestas clandestinas dentro de sus cuevas y malamente, se acumulan grandes cantidades de basura en su interior. 

“Son las entradas a los acuíferos que se conectan entre sí y los residuos o contaminación puede afectar a toda la red. Ellos sostienen la vida de Yucatán y de su selva”, sentencia.

 

Con información de El País.