Revocación de Mandato
Pero su finalidad es bastante evidente; incluir en la boleta electoral la posibilidad de refrendar el mandato presidencial, con el objetivo de impulsar el voto masivo a favor de los candidatos de Morena.
Una estrategia que, sin embargo, podría resultar contraproducente tanto para la democracia como para el propio partido en el poder.
A diferencia de la consulta popular, que puede ser solicitada por el 33 por ciento de los integrantes de cualquiera de las cámaras del Congreso, la revocación de mandato es un derecho exclusivo de los electores.
Para que proceda, debe ser promovida por al menos el 3 por ciento del padrón electoral nacional, distribuido en por lo menos 17 entidades federativas.
En términos reales, esto implica recabar alrededor de tres millones de firmas ciudadanas.
El texto constitucional y la Ley Federal de Revocación de Mandato establecen que, en el caso del titular del Poder Ejecutivo Federal, el procedimiento puede solicitarse dentro de los 90 días siguientes a la mitad del periodo de gobierno.
Además, se precisa que no deberá coincidir con las jornadas electorales federales o locales.
Conviene recordar que esta figura fue impulsada originalmente por el entonces candidato Andrés Manuel López Obrador en su campaña presidencial de 2018, con la intención de realizar la consulta el mismo día de las elecciones intermedias.
En aquel momento no contaba con los votos necesarios para reformar la Constitución; hoy, en cambio, el partido gobernante sí dispone de la aplanadora electoral.
En la exposición de motivos del diputado Ramírez Cuéllar argumenta que su propuesta busca dar cumplimiento al artículo 134 constitucional, que ordena que la administración de los recursos públicos se realice con eficacia, economía, transparencia y honradez.
En ese sentido, sostiene que el proceso de revocación de mandato anterior, celebrado en abril de 2022, costó al INE 1,567 millones de pesos, con una participación ciudadana de apenas el 17 %.
Por ello, plantea realizar la revocación el mismo día de la jornada electoral del 6 de junio de 2027, con el fin de evitar ese gasto adicional.
La oposición ha denunciado que incluir la boleta de revocación de mandato en la próxima jornada electoral federal equivaldría a convertir a la Presidenta en jefa de campaña de sus candidatos, pues en esa elección estarán en juego 500 diputaciones federales, 17 gubernaturas, cientos de ayuntamientos, diputaciones locales y la designación de la mitad pendiente de jueces de distrito y magistrados de circuito que están pendientes.
Además, la inclusión de una boleta adicional podría complicar el proceso de emitir el sufragio y retrasar el conteo de votos.
Usualmente en las elecciones intermedias baja la intención del voto, lo que afecta el voto duro de Morena.
Colocar la revocación de mandato en la misma fecha de la elección federal podría llevar más votantes de Morena a las urnas; pero el partido en el poder debería evaluar bien estas posibilidades, ya que el porcentaje de votantes será, sin duda alguna, superior al 40 por ciento que marca la Constitución para que tenga efectos vinculatorios, habrían de valorar cómo estará la aceptación de la Presidenta en esas fechas, porque existiría la posibilidad de que le sea revocado su mandato.
