AMLO ha dado a conocer que, de acuerdo a sus estudios, hay una correlación negativa entre la aceptación a la 4T y la escolaridad de los mexicanos.

AMLO está atrapado en el laberinto que él mismo construyó. Es ya una contradicción con patas.

Difícil de creer que todo sea por un chequeo de rutina, más que haya sido un cateterismo y se levante como si nada al día siguiente.

Tan grande es el ego de AMLO, que ahora nos dice que tiene un testamento... Pero usted no es dueño de este país.

A tres años de gobierno de AMLO, ha quedado demostrado que el poder presidencial no puede ser contenido por estos pinches intelectuales que todavía creen en las encuestas.

¿Podría aplicarse esta expresión a la realidad política del país?

¿Hemos aprendido o no hemos aprendido nada? Esa es la pregunta que debe permear en cada uno de nosotros, dejando de buscar a quien responsabilizar o culpar.

Les platico: algún día llegó a creer que sobre sus hombros se construiría la nueva república, bueno, la 4ª.

¡En verdad pobre AMLO! ¡Y ni cómo ayudarlo!