Acuerdo migratorio espurio

Bajo las instrucciones del entonces designado secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, el empresario Javier López Casarín realizó un activo papel en las negociaciones del programa migratorio “Permanezca en México”, según el libro Border Wars: Inside Trump’s Assault on Immigration (Guerras fronterizas: una visión interna del ataque de Trump a la migración) de Julie Hirschfeld Davis y Michael D. Shear, corresponsales de The New York Times en Washington.

En el capítulo 30 del libro, intitulado “Mexican Standoff”, se reveló que López Casarín sostuvo varias reuniones “clandestinas” antes de diciembre de 2018 con Miles Taylor, consejero de Kirstjen Nielsen, secretaria de Seguridad Pública.
Debido a que López Casarín, que hoy goza de inmunidad por ser diputado del Verde, carecía de credenciales para negociar, las negociaciones no se realizaron en recintos oficiales como embajadas u oficinas gubernamentales sino en restaurantes y hoteles de ambas capitales, indica el libro.
Los periodistas del Times investigaron que Ebrard se reunió con Mike Pompeo y con Nielsen el 15 de noviembre de 2018 en un hotel del aeropuerto de Houston.

Reunión secreta en la que el futuro canciller aceptó recibir a los solicitantes de asilo por medio del programa migratorio “Remain in Mexico” a cambio de que, según Ebrard, Estados Unidos destinaría 10 mil millones de dólares para el desarrollo del sur de México y de Centroamérica, pero Trump no envió un solo dólar.
Al final solo hubo un ganador (Estados Unidos) y un gran perdedor (México), de lo cual hasta Trump se mofó de cómo doblegó a Ebrard meses después.