


La reciente investigación contra el exsecretario de Seguridad de Tabasco, Hernán Bermúdez, alias el Comandante H, señalado como líder del grupo criminal “La Barredora”, sacudió los cimientos de la ética oficialista.
Bermúdez fue nombrado en el cargo por el entonces gobernador Adán Augusto López, hoy coordinador de Morena en el Senado.
A esto se sumó la filtración de un video de Ricardo Monreal en un exclusivo hotel madrileño, que abrió un nuevo flanco de vulnerabilidad para el líder de los diputados guindas.
Ambos casos le dan a la presidenta Sheinbaum la pauta para mover sus piezas.
La posibilidad de sustituir a Adán Augusto y a Monreal en las coordinaciones legislativas sería una jugada estratégica, ya que no solo marcaría un deslinde con los vicios del sexenio pasado, sino que le permitiría tomar el control real de su partido en ambas cámaras legislativas, y con ello, empezar a gobernar con sus propios proyectos, sin tutelas incómodas ni herencias tóxicas.






