El aeropuerto en tiempos del bicho 🦠
Entonces, les platico que hoy sufrimos uno de los coletazos colaterales del méndigo bicho que parece que ya le gustó éste mundito para venir a echarse entre nosotros.
En vez de tomar un vuelo a una hora decente por ahí de las 9 o 10 de la mañana, nada, que las restricciones sanitarias obligaron a fletarnos en uno de las 7, lo cual implicó estar en el aeropuerto a las 6, lo cual implicó salir de la casa a las 5, lo que obligó a levantarme a las 4 y media. Bueno, la irreverente -como toda buena mujer- a las 4, por aquello de la infaltable arregladera femenina.
Y la reporteada comenzó en el trayecto: tres patrullas de San Pedro con sus respectivos ocupantes, durmiendo la mona por Morones Prieto. Eso sí, con el encandiladero de luces de sus torretas prendidas a todo lo que da, para hacernos creer que un mundo de policías vigila a los maleantes para que dejen de hacer de las suyas.
Ya en terrenos del nefasto Adrián de la Garza en Monterrey, la misma gata, solo que ahí conté nomás a una... patrulla. Igual, con su arbolito de navidad de luces estroboscópicas haciendo cortos en sus torretas.
Y en terrenos guadalupanos de Cristina Díaz, ni una patrulla. Ni en la zona citadina ni en la carretera, donde tampoco vimos a las patrullas de la Guarida (sí, escribí Gua-ri-da, no Guardia) Nacional del fugado Durazo, que anda tratando de matar víbora en viernes creyendo que los sonorenses se la van a tragar de que puede ser su gobernador. Pfff.
Pero esta breve narración de lo acontecido en ruta, no debe distraerme de lo que vi, supe y me dijeron llegando al aeropuerto. Arre:
Primer dato: de cada 250 pasajeros que quieren abordar un avión, nomás uno presenta temperatura considerada por los acuciosos gendarmes sanitarios, como sospechosa de ser provocada por el bicho y por ende, lo retachan.
Así como no queriendo le pregunté a uno de los empleados si sabía que el virus demora hasta 11 días en manifestarse a través de fiebre en alguien que ya es portador y me respondió con la señal internacional de “ni madres, no sabía”: encogiéndose de hombros.
Ni un solo pasajero ha sido rebotado en ese primer retén -a la entrada del aeropuerto- por tos seca, dolores en el cuerpo, calambres, mirada vidriosa, o cualquier otro de los síntomas de la pandemia.
El desmadre que se estaba formando en plena madrugada en la Terminal A -nosotros íbamos por la B- se debió a que eran pasajeros de Interjet a los que les cancelaron su vuelo de las 7am a la CDMX.
Luego supe que la misma aerolínea lleva la friolera de 94 vuelos cancelados desde ayer 10 de diciembre, debido a que no les alcanzó lana para echarle gasavión -válgaseme el casi pleonasmo- a sus aviones.
Por cierto, Interjet anda muy muy mal. Quién les manda a los herederos de Miguel Alemán andarle mentando la madre a la 4T. Ja, no sabían con quién se ponían. Pos éstos…
Muy orondos ellos, los empleados de mostrador de Aeroméxico traen unas camisolas vintage bien chidas, bien old fashion, con el logo original de Aeronaves de México y el Caballero Azteca -su insignia- en el hombro derecho.
Se ven con madre esos uniformes, ha de ser porque a Andrés Conesa Labastida -director de la aerolínea y para más detalles, esposo de la golfista Lorena Ochoa- le sobraron billetes de los que se forró con el llamado “puente aéreo México-China”, del cual les di cuenta en varios de mis artículos del pasado junio. Aquí tienen la liga para que satisfagan su curiosidad #Irreverente: Aeroméxico es como el UBER del puente aéreo México-China
Aprovechando que llegamos con tiempo, supe de primera mano que VivaAerobus se está metiendo al mismito y orgulloso Aeroméxico en cuanto a acaparamiento de los llamados “slots” que no son otra cosa que los mostradores de los aeropuertos.
Los que está desocupando Interjet y otras aerolíneas extranjeras que ya no operan en México, los están agandallando los de Viva, a lo mejor ASA (Aeropuertos y Servicios Auxiliares) hasta les está fiando, porque conociendo a mi amigo Roberto Alcántara, es capaz de eso y más.
Por cierto, el presidente del consejo de Viva y del Grupo IAMSA, es de los pocos empresarios que están papeándose en lo que se conoce en negocios como “contra ciclo”, que consiste en reinventarse para crecer en las crisis.
Y hasta aquí mi reporte. Nos vemos porque nos vamos. No les digo a dónde porque no vaya a ser que me hagan encargos. Les encargo la puerta. No le abran a nadie y si preguntan por mí Miguel, Adrián, Tatiana, Andrés o cualquiera de ellos, por favor díganles que no estoy.
CAJÓN DE SASTRE
“¿Y la 2ª parte del artículo de ayer sobre los que no pagan predial?”, pregunta la irreverente de mi Gaby, y le respondo: El lunes le sigo… o después… como mañana sábado (parodiando al inefable EPN).
(Dedicado a la memoria del inolvidable Carlos Landeros, autor de la columna "Aeronoticias" en mi alma máter, el periódico El Norte).