

El Cautiverio y ataduras del Corto Plazo
México se encuentra en una encrucijada crítica, la ambición política ha quedado, lamentablemente, confinada a un ciclo de metas sexenales.
Este sistema nos somete al cautiverio del corto plazo, donde el éxito se malinterpreta como la mera ejecución del gasto público y la inauguración de logros instrumentales inmediatos.
El verdadero fracaso de la nación no es el déficit presupuestario coyuntural, sino la herencia de problemas sistémicos que transferimos, intactos e incluso agravados, a las futuras generaciones.
La única vía para asegurar una prosperidad duradera es redefinir radicalmente el concepto de éxito nacional.
Para lograrlo, se requiere un cambio de paradigma ineludible, la adopción obligatoria de Métricas de Impacto Intergeneracional.
El éxito nacional no puede medirse por la gestión de un solo sexenio, sino por el avance progresivo y verificable hacia metas estructurales proyectadas a un horizonte de 20 o 30 años o mas.





