Estamos a unos días de celebrarse la elección del Estado de México, la más importante pues se considera una elección primaria rumbo a la presidencial de 2024.
Hace una semana hubo un debate entre las candidatas, por Morena Delfina y en la oposición Alejandra del Moral, el ejercicio fue soso y sin trascendencia.

Un formato acartonado, lo más relevante fue el predebate donde doña Delfina exigió cambiar a la moderadora o de lo contrario ella no se presentaba.
Insípidas, sin despertar pasiones es como se vieron las dos candidatas quienes aspiran a gobernar el estado más importante en población y por su cercanía a la CdMx.
El segundo debate, para gobernar el estado de México, fue un fracaso para Delfina la rata. Llegó disfrazada de amlo, con guayabera, solo repitió frases de Andrés.
— Rocío (@ROCIOALCALAG) May 19, 2023
La señora Delfina, experta en moches, comprobados, se "lució", doña moches, va a evitar los moches. pic.twitter.com/fm1QlHrDMs
Los debates se implementaron en la elección de 1994 como una forma de poner cara contra cara a los candidatos y que el mejor, con mejores propuestas, con mayor habilidad discursiva y menos exhibido, ganara, pues a partir de ello, definir las preferencias electorales.
En 1994 como ahora, poco o nada han influido los debates en la decisión del electorado al momento de sufragar.
Las razones son diversas, aquí podemos señalar entre ellas que el formato no permite un real debate, que son poco interesantes estos ejercicios para las audiencias y que los electores ya están muy definidos en sus preferencias, tanto por quien nunca votarían como por quien piensan votar, todo esto se presenta en el debate entre las candidatas a Edomex.
El formato del debate de hace una semana fue acartonado, no se atacaron ni con las pestañas, menos con verdaderas exhibidas, una forma de comprobar esto es al observar las redes sociales, mínimos memes, videos de guerra electoral o ataques contra alguna de las aspirantes, ello demuestra que no hubo pasión, no se despierta el morbo ni algún aspecto digno para ridiculizar o evidenciar a Delfina o Alejandra.
