Opinión

Futuro y progreso

Carlos Chavarría DETONA® Nosotros damos por sentado que la relación entre futuro y progreso es indisoluble, y toda acción humana está atada a la palabra progreso. Todos reclamamos al progreso como el motor motivacional básico y fundacional de toda civilización.
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Por Carlos Chavarría
Foto tomada de la red
Grupo DETONA®️ aquí, con Carlos Alberto Garza, Secretario de Finanzas y Tesorero General del gobierno de NL. El Tal Samuel ha filtrado la versión de que Carlos se va (porque le estorba) y en su lugar entra otro de sus achichincles: Félix Arratia, alcalde de Juárez, NL, ex secretario del medio ambiente y ex titular de la UIF-NL, un mil usos al más rancio estilo de la vieja -y nueva- política mexicana.
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Regido por la idea del Progreso, el sistema ético del mundo occidental ha sido modificado en los tiempos modernos por un nuevo principio que aparece dotado de una importancia extraordinaria y que deriva precisamente de ella.

Esta idea significa que la civilización se ha movido, se mueve y seguirá moviéndose en la dirección deseable. Pero para poder juzgar si nos estamos moviendo en una dirección deseable, tendríamos que saber con exactitud cuál es la visión y la meta.

Para muchos, el fin deseable de la evolución humana sería un estado social en el que todos los habitantes de la Tierra llevasen una existencia perfectamente feliz.

Pero es imposible tener la certeza de que la civilización se está moviendo en la dirección adecuada para llegar a esa meta. Ciertos aspectos de nuestro «progreso» pueden presentarse a favor de ese argumento, pero siempre existen otros que le sirven de contrapeso, y siempre ha sido fácil demostrar que, desde la perspectiva de una felicidad creciente, las tendencias de nuestra civilización progresiva se hallan lejos de lo deseable.

En resumen, no se puede probar que esa desconocida meta hacia la que se dirige el hombre, sea la deseable.

El movimiento puede ser Progreso, o puede darse en una dirección no deseada y, por tanto, no ser Progreso.