Intenciones, rechazos e indecisos
Ahora que estamos en plena campaña electoral, aún y cuando faltan algunos días para que se pongan en el partidero algunas posiciones como alcaldías, y después de los períodos de precampaña e Inter campaña, podemos iniciar a ver cuál podría ser el resultado o resultados de estas y principalmente en las presidenciales.

Una herramienta de observación básica en períodos electorales es la encuesta de intención de voto de los electores.
Estos ejercicios demoscópicos, aún y cuando están registrados y hasta cierto punto regulados por las autoridades electorales, sabemos que se manejan, por parte de las agencias encuestadoras con mucho margen de maniobra tanto desde el punto de vista comercial - puesto que es un servicio profesional dentro de un mercado –.
Así como desde el punto de vista metodológico y en el cual, todas, absolutamente todas las casas encuestadoras aseguran realizar su observación con un tamaño de muestra representativo, con un cuestionario apropiado, con un nivel de confianza altísimo y con un margen de error bajísimo.
Al final del día o sea, el 3 de junio de este año, sabremos que casas encuestadoras hicieron bien su trabajo.

Muchas de las encuestas que aparecen publicadas tienen distintos métodos de levantamiento de la información, algunas son a través de entrevista en domicilio, otras son por cuestionario telefónico y algunas hechas en línea.
En general, lo que se percibe actualmente en México es:
- Alto índice de rechazo o no respuesta:
De acuerdo con diversas fuentes, el nivel de rechazo (a responder encuestas) en México para estas elecciones, es muy superior al 3% que sería el índice aceptable y en algunos casos de habla hasta del 50% como es en entrevistas a domicilio en zonas de clase media, media alta y alta.
Esto se debe a múltiples causas como es por hartazgo de un período tan largo en el proceso electoral, por temor o desconfianza, por ocultamiento del voto, por sentir que no tiene suficiente información o por simple desinterés en procesos políticos.
La personalidad y forma de ser y de pensar de un ciudadano que rechaza contestar una entrevista es o podría ser muy distinta a la del ciudadano que de primera intención contesta encuestas, por lo que los resultados brutos finales pueden dar sorpresas.
