La imprudencia es un error político

Aristóteles consideraba la prudencia (llamada “phronesis” en griego) como una virtud esencial en la vida de un político.
La prudencia es una forma de sabiduría práctica que exige la capacidad de tomar decisiones morales y razonables basadas en una comprensión profunda de las circunstancias particulares de una situación.
En el contexto político, para Aristóteles, la prudencia significaba:
- La habilidad de un político para evaluar cuidadosamente las circunstancias específicas de una situación política, social o ética.
- La capacidad de equilibrar los intereses y valores en juego para tomar decisiones justas y éticas que promuevan el bien común.
- La disposición de adaptar políticas y acciones a las necesidades cambiantes de la sociedad y el entorno político.
- La consideración de las consecuencias a largo plazo de las decisiones políticas y la evaluación de cómo afectarán a la estabilidad y prosperidad de la comunidad.

Por otro lado, la imprudencia, en el pensamiento de Aristóteles, se refería a la falta de sabiduría práctica y la toma de decisiones apresuradas, impulsivas o guiadas por emociones sin una consideración adecuada de las circunstancias o consecuencias.
La imprudencia en un político, según Aristóteles, podría llevar a decisiones injustas, ineficaces o perjudiciales para la comunidad.
Quienes participan en la política, no importa si es estatal, nacional o internacional, deben aprender a controlar sus impulsos.
No es que se les pida que tengan miedo a probar algo nuevo. Siempre se requiere conocer bien las cosas que hay que buscar y las que hay que evitar.
No es vacilación. Con el imprudente no se puede discutir. Su razón es como una fuerza bruta.
Lo malo es que no se da cuenta de todo el daño que hace hasta que ya es muy tarde.
“La política entre las naciones” de Hans Morgenthau (1904-1980) fue uno de los libros más influyentes del siglo XX.

Fue publicado en 1948. Lo leí en 1981, durante el curso de introducción a las relaciones internacionales que impartía Mario Ojeda, el extraordinario profesor de El Colegio de México.
Cuando un Estado está ausente del escenario internacional, es una decisión política
Y toda decisión tiene consecuencias. Las naciones tienen hoy una necesidad urgente de definir su papel en los asuntos mundiales.
Por eso acudo al extraordinario texto de Morgenthau, porque es de otra época, cuando se planteaban preguntas fundamentales sobre política exterior.
Es un libro en el que podemos encontrar lecciones para un país, como el nuestro, que tendrá que aclarar, en 2024, su postura ante un mundo volátil.