¿Le creemos a Nahle o a Granholm?

El jueves 20 de enero por la noche, abrí el sitio de internet de La Jornada, y leí un encabezado que me llamó la atención: “Granholm, sin preocupación por contenido de reforma eléctrica: Nahle”.
Me pareció muy extraño. Leí completa la nota y aquí la transcribo:

La secretaria de Energía, Rocío Nahle, declaró a la prensa esta noche que durante la reunión entre el presidente López Obrador y la secretaria de Energía de Estados Unidos, Jennifer Granholm, fue expuesta la iniciativa de reforma constitucional en materia eléctrica, y negó que el contenido de ese proyecto impulsado por el gobierno mexicano haya preocupado a la invitada.
— ¿Se abordó la iniciativa de reforma constitucional (en materia eléctrica) del gobierno mexicano?, se le preguntó.
— Fue un diálogo muy ameno, muy respetuoso, tanto la política energética de Estados Unidos como la de México y (hubo) una descripción breve de la reforma que presentamos, que es muy buena, y todo bastante bien, con mucho respeto.
— ¿Alguna preocupación al respecto del gobierno de Estados Unidos?, se le preguntó al término de la sesión con Granholm.
— No, todo muy bien.
— ¿Se fue satisfecha la secretaria?
— Sí, muy bien, fue un diálogo de alto nivel muy respetuoso, y sobre todo la buena relación y cooperación que tenemos con nuestro país vecino. Todo muy bien, señaló al término del encuentro privado en Palacio Nacional, el cual se prolongó dos horas.
PREOCUPACIÓN DE EEUU: MÉXICO PODRÍA IMPEDIR INVERSIÓN
Sin embargo, la secretaria de Energía de Estados Unidos, Jennifer Granholm, señaló el viernes su preocupación por el plan de México para reforzar el control estatal del mercado eléctrico, diciendo que podría impedir la inversión y el desarrollo económico en América del Norte.
Granholm se reunió con el presidente Andrés Manuel López Obrador y con miembros de su gabinete, incluidos Marcelo Ebrard, Rocío Nahle y Rogelio Ramírez de la O.
Granholm dijo que Estados Unidos quería asociarse con México en la integración económica y el desarrollo, pero que la propuesta de reforma eléctrica había convertido esto en todo “un desafío”. Dijo que tenía esperanza de que los asuntos pudieran resolverse.
Granholm dijo que se deben mantener los mercados energéticos competitivos que benefician a América del Norte, y que le habían asegurado que México está comprometido en apoyar la energía limpia y resolver las disputas actuales dentro del estado de derecho.
Granholm dijo que México tenía tanto potencial de energía renovable que, si se concretara por completo, podría multiplicar por lo menos 10 veces la energía del país, crear millones de empleos y desarrollar una industria de exportación orientada a un mundo que busca soluciones de energía limpia.