Los antisemitas de Nuevo León

Algún antisemita se coló en sus ordenes de gobierno. Usando la imagen diabólica de los carniceros del nacional socialismo.

Tomaron a la ligera la identidad gráfica. Se asociaron con quienes durante la segunda gran guerra exterminaron a mas de seis millones de hebreos.

Colocaron la infame imagen de la doble S en forma de rayo, en todos los uniformes de la guardia auxiliar estatal. Incluso el águila imperial alemana enmarcada en la hoja de olivo romana y al centro, del escudo deshonroso, los meteoros.

La organización de las SS (Schutzstaffel o “escuadras de protección”), se convirtió en un estado virtual dentro del estado de la Alemania nazi, en el que trabajaban hombres que se consideraban la “élite racial” del futuro nazi.

Si usted asiste a pagar cualquier tramite gubernamental en la torre administrativa del estado, los va a encontrar vigilando.

Duele, ofende, segrega y no puede ser pasado por alto, en ningún circulo donde se precie de respeto por los derechos humanos, en la memoria de quienes fueron asesinados en los campos de concentración, en bosques europeos y en todas las ciudades de Europa, aún ahora, cuando el sentimiento es doloroso.

Responsables de esas imágenes lo son los encargados de la seguridad de Nuevo León: Gerardo Saúl Palacios Pámanes, Aldo Fasci, Gerardo Guadalupe Escamilla Vargas, y el gobernador Samuel Alejandro García Sepúlveda además del Secretario de Gobierno, Javier Luis Navarro Velasco.

Deben ofrecer disculpa publica a la comunidad hebrea neolonesa, mexicana e internacional.

Cursar como todo el gabinete de primer nivel, sobre el holocausto hebreo. Y limpiar la casa. Porque algún antisemita se coló en sus ordenes de gobierno. Usando la imagen diabólica de los carniceros del nacional socialismo.

Gerson Gómez

Morelense de cepa Regiomontana. LCC con especialidad periodismo (UANL). Doctor en Artes y Humanidades (I.C.A.H.M.). Tránsfuga de la mesa de redacción en diferentes periódicos como El Diario de Monterrey, Tribuna de Monterrey, y del grupo Reforma en el matutino Metro y vespertino El Sol. Escort de rockeros, cumbiamberos, vallenatos y aprendices al mundo de la farándula. Asiste o asistía regularmente a conciertos, salas de baile, lupanares, premieres, partidos de fútbol y hasta al culto dominical. Le teme al cosmos, al SAT, a la vejez y a la escasez de bebidas etílicas. Practica con regularidad el ghosting. Autor de varios libros de crónica como Hemisferio de las Estaciones, Crónicas Perdidas, Montehell, Turista del Apocalipsis, Monterrey Pop y Prêt-à-porter: crónicas a la medida.