1.
En abril del 2020 el presidente de la república se disgustó con algunos empresarios. El Consejo Mexicano de Negocios había conseguido un préstamo por 3 mil millones de dólares, otorgado por el Banco Interamericano de Negocios.
“No me gusta mucho el modito…”, declaró, enojado.

Algunos nos preguntamos: ¿qué decir de los “moditos” utilizados en las arengas diarias para calificar a los hombres de empresa como “fifís” y demás epítetos? Hoy tenemos una situación semejante:
El enfrentamiento con la jerarquía católica.
2.
A raíz del asesinato de los dos jesuitas en Cerocahui, Chihuahua, se inició una confrontación entre los religiosos y Palacio Nacional.
Aquellos reclamaban, no creo que con un acento burlón o grosero, la actual estrategia de seguridad a nivel nacional.
Mensaje íntegro del padre Javier “El Pato” Avila durante la misa de cuerpo presente del los sacerdotes jesuitas Joaquín Mora y Javier Campos y el laico Pedro Palma asesinados en su iglesia en la sierra Tarahumara.
— Guadalupe Acosta Naranjo (@acostanaranjo) June 26, 2022
Escúchelo presidente @lopezobrador_. 😡
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La respuesta, esa sí con frases que intercalaban palabras como apergollados, hipócritas y otras semejantes, surgió flamígera, como se acostumbra en los arranques coléricos de quien podría manifestar un poco de ecuanimidad ante las críticas. Pero la disputa parece desaparecer.
3.
En efecto.
El reciente Mensaje de la Conferencia del Episcopado Mexicano, la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de México y la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús, titulado Tejer en Cristo Nuevas Relaciones de la Fragmentación a la Unidad, ha sido bien recibido por el Primer Mandatario.