

...tanto de la Banca Privada como de la Banca de Desarrollo, para pedirles que redujeran las tasas de interés que cobran por sus créditos, ya que a pesar de que el Banco de México había rebajado su tasa de referencia, el acceso para las empresas seguía siendo complejo, y a la letra, declaró:
“O sea, con todo y que el Banco de México bajó la tasa, de todas maneras el acceso a un crédito para una pequeña, una mediana empresa, sigue siendo muy complejo”.
De salida, el argumento esgrimido nada tiene que ver con el costo del dinero, ya que alude a la “complejidad” para acceder al crédito, más NO a su costo, es decir, aún y cuando el costo del dinero pudiera reducirse, esto en nada mejoraría la complejidad para acceder al crédito.
Como los Bancos Privados prestan dinero ajeno, que NO es de ellos, y por el cual pagan a los ahorradores una tasa pasiva de interés, (No así los Bancos de Desarrollo del Gobierno) se entiende que deban poner especial atención a la solvencia de quienes les solicitan créditos, ya que del total de dinero que manejan, solo pueden respaldar un 12% o 14%, que representa el capital propio invertido, es decir, solo pueden soportar una cartera vencida de hasta el mismo porcentaje de capital sobre activos en riesgo.
Es por eso que sin garantías, nadie puede acceder a un crédito bancario, por más rentable que sea el negocio a financiar, de aquí que mucha gente opina que los Bancos Privados son para los que tienen activos o patrimonio con el cual garantizar el crédito, no para quienes solo tiene proyectos rentables a financiar.
De hecho, cuando los Bancos Privados llegan a prestar sin garantías específicas, como es el caso de las tarjetas de crédito, que se otorgan sin pedir garantía específica alguna, el costo o la tasa de interés es sumamente elevado, y hay algunas cuyo Costo Anual Total (CAT) supera el 100%, cuando los créditos con garantía hipotecaria rondan el 10% anual, y los de auto 14%.
