

El periodista Jorge Zepeda Patterson nos recuerda que el presidente López Obrador, pese al placer que le proporcionaba dejarse envolver por el pueblo, viajar en líneas comerciales y saludar de mano a cuanta persona se le acercaba, a dos años de iniciado el sexenio, solo viajó en aviones militares y los actos públicos, por lo general, se hacían en hangares del Ejército, en las ciudades visitadas o en recintos cerrados…
NUNCA trascendió el motivo puntual para que López Obrador hiciera una modificación a los hábitos que le habían acompañado durante décadas, cualquiera que haya sido el motivo, la lógica llevaría a pensar que las razones siguen vigentes.
Peor aún, dice Patterson, podrían haberse agravado, por el crecimiento de los atentados políticos de los últimos meses, que remite de una u otra manera al crimen organizado…
NO ES UN tema de valentía ni de baños de pueblo…






