Vladimir Putin: el espejo ruso

Sin candidatos alternativos de oposición o independientes, sino entre puros candidatos afines al gobierno ruso, no es raro que Vladimir Putin haya ganado las “elecciones” (de alguna manera hay que nombrarlas) culminadas el 17 de marzo en una rara combinación.
Obtuvo el 87% del voto o 76 millones de votos (contra el 4% de su competidor más cercano), cifra casi igual al 86% de aprobación que algunas encuestas señalan entre la población.

El universo de votantes rusos fue de 114 millones y la participación ascendió al 77%, según datos de la agencia Reuters, ambas cifras las más elevadas en la Rusia post soviética.
Una verdadera avalancha electoral.
¿Le parece engañosa la avalancha? Lo es en varias maneras que nos pueden servir de lección si las observamos desde México, en donde el gobierno de López Obrador y su partido oficialista MORENA han mostrado una enorme simpatía por el líder ruso Putin.

Paul Sonne, corresponsal internacional en Europa del New York Times recogió en una nota del 18 de marzo (“Elecciones en Rusia: qué dicen los resultados del respaldo a Putin”, 18/03/2024, nytimes.com) varias opiniones de especialistas sobre por qué, a pesar de la guerra de agresión rusa a Ucrania y la muerte de decenas de miles de jóvenes soldados rusos, y no obstante la ausencia de candidatos opositores fuertes, es engañosa la victoria de Putin:
“Las cifras que aparecen en las encuestas de Rusia no significan lo que la gente cree que significan... porque Rusia no es una democracia electoral, sino una dictadura en tiempos de guerra” (Aleksei Minyailo, activista de Moscú y cofundador de Chronicles, encuestadora e investigadora independiente).