Zombificaos los unos a los otros

Trayecto de Bocas del Toro a ciudad de Panamá.-
Les platico:
Antes de hablar, los chinos aprenden a contar.
Difícilmente hay una provincia, una ciudad, un corregimiento, un barrio en Panamá donde no haya una tienda de los chinitos, como aquí les llaman.
Es más, casi todos los países tienen su propio Chinatown.

Son feroces emprendedores por naturaleza; aspiracionistas naturales, porque apenas abren una tienda, ya están echándole el ojo al terreno del frente o al de la esquina e incluso al de al lado.
ELLOS NO VEN; ESCANEAN.
Los chinos, como todos los orientales, no ven; escanean, a través de sus ojos rasgados.
Tengo muy buenos amigos en las comunidades asiáticas entre las cuales he vivido, desde mi primera vez en el Japón de 1999.
Incluso un vecino en San Pedro Garza García, Mr. Kim, como le llamo de cariño, es alto directivo en KIA, de Pesquería.

Llevado por esa confianza, un día se morían de la risa él y su esposa al bromearles con esto:
Cuando un asiático hace reverencias al saludar, en realidad están escaneando de arriba a abajo a su interlocutor.
