Batalla Tras Batalla (One Battle After Another/ EUA, 2025)
Batalla Tras Batalla es la historia de un grupo de revolucionarios urbanos que alrededor del 2005-2010 realizaban sus fechorías para supuestamente golpear al poder imperante: asaltar bancos, liberar migrantes arrestados, poner bombas en edificios federales, etc.
La ironía es que mas que buscar “la liberación del pueblo”, los personajes involucrados, principalmente Bob (Leonardo DiCaprio) y Perfidia (Teyana Taylor) buscan liberar adrenalina, la emoción física y emocional de pensar que están haciendo “algo” pero para ellos mismos, hasta que cometen un grave error en un asalto que da fin a su célula.
Entra en escena el obsesionado militar Steven J. Lockjaw (Sean Penn, excelente en su personificación), con la meta de desintegrar el grupo y también obsesionado por Perfidia que detonará una serie de eventos y una persecución que durará 16 años hasta el presente.
El director Paul Thomas Anderson realizador de excelentes películas que datan desde Boogie Nights (1997), Magnolia (1999) pasando por Petróleo Sangriento (2007) y El Hilo Fantasma (2017) y ahora tiene en sus manos una magnífica realización y tremenda puesta en la pantalla grande.
La historia tiene sus segmentos centrados primeramente en Perfidia, luego Bob que escondido en alguna parte de los EUA mantiene y educa a su hija Willa (Chase Infiniti) y cuando todo su mundo se cae, la historia pasa a manos de Willa para poner a dudar a uno, cómo concluirá todo.
Igualmente, el ahora coronel Lockjaw tiene lo suyo, sus planes y sus ambiciones y sus razones de por qué perseguir a lo que queda de la célula revolucionaria.
Anderson como realizador le da su tiempo a todos sus personajes para que se establezcan en la pantalla, todos con mini historias de cómo empiezan y como terminan.
Las batallas tras batallas que tienen que enfrentar y las consecuencias en ellos.
El director es mordaz, a veces cínico y a veces con un humor abierto que sorprende.
Personajes enojados por lo que viven, escondidos para siempre y viviendo constantemente en estado de miedo.
Individuos irónicos cuyas motivaciones son raras y a veces ni son explicadas. Sociedades secretas, muy peligrosas, pero tan misteriosas que dan risa.
Así es el universo de Batalla tras Batalla.
El realizador sigue de nueva cuenta la línea del autor de la novela, Thomas Pynchon, estilo que Anderson como guionista ya había adaptado en Inherent Vice (2014) y que es mostrar que para bien o para mal la vida no depara sorpresas, uno ya formó su destino en el pasado y de alguna forma u otra ese destino se va a hacer presente cuando uno menos lo espere.
Tal cual, la vida no se arregla porque uno quiere, sino se sufrirán grandes consecuencias buscando un cierre a tanto que se hizo y por tal no hay forma alguna de borrar todo.
Y tal cual el quehacer diario que para uno es cotidianidad, salir a la calle, para otros es una batalla tras batalla, cada día, cada hora, cada segundo.