Carlos Manzo, un símbolo de la indignación ciudadana


La exigencia es clara, un reclamo enérgico por la inacción del gobierno estatal que encabeza Alfredo Ramírez Bedolla.
Con este crimen, el séptimo presidente municipal asesinado en lo que va de la administración de Ramírez Bedolla, Michoacán se sitúa de nuevo en el centro de la atención nacional.
Este clima de descontento social pone a prueba al gabinete de seguridad de la Presidenta Claudia Sheinbaum y atrae la mirada de todo el mundo.
Los michoacanos exigen la renuncia del gobernador, pues consideran que la falta de acciones efectivas equivale a complicidad o, al menos, a una sumisión ante los cárteles que dominan diversas regiones del estado.
Mientras tanto, el Secretario de Seguridad y Participación Ciudadana, Omar García Harfuch, ha respondido con el envío de más elementos de la Guardia Nacional para patrullar Uruapan, una medida que, para muchos, llega tarde.






