Hacia una narco dictadura militar


Con esa acusación Trump le dice a Sheinbaum: en México hay un narco gobierno.
Un régimen que recibe dinero de los cárteles y permite a la delincuencia usar la banca para hacer transacciones en contra de la seguridad de Estados Unidos.
Ahora sabemos por qué Trump evitó reunirse con la presidenta en Canadá.
Venía una escalada.
La Fiscal General, Pam Bondi y el senador Lindsey Graham complementaron la acusación del Departamento del Tesoro: México está en la “lista de países adversarios”, es enemigo de Estados Unidos, no hace nada para combatir a los cárteles y “vamos a ir por ellos.”
Trump lanza la bomba en contra de México el mismo día y hora en que Morena aprueba en la Cámara de Diputados un paquete de reformas a la seguridad pública que abre la puerta a una dictadura cívico-militar.
La Ley de la Guardia Nacional, la Ley General del Sistema de Seguridad Pública y la Ley del Sistema Nacional de Investigación e Inteligencia es una triada que tiene por objeto la instauración de un Estado represor a través del espionaje y la persecución de ciudadanos.
El artículo 44 de la nueva Ley de la Guardia Nacional hizo sonar las alarmas.
Señala que sus elementos podrán “desempeñar cargos de elección popular”.
No competir por, sino ocupar.
Eso significa que un elemento de la Guardia Nacional podría convertirse no solo en gobernador, sino en presidente de la república si el país cae en algún tipo de crisis política o constitucional.
Ya sabemos lo que ordena la Constitución en caso de falta absoluta del presidente o presidenta de la república, pero también sabemos que hoy la ley no es la ley.





