Alma de mujer
Donde cuestioné si la forma gélida, burocrática, en que actualizaban la información de personas muertas por la explosión de la pipa de gas en Iztapalapa era empática con las víctimas de esa tragedia, si tenía un mínimo de alma de mujer.
La propia jefa de Gobierno Clara Brugada depuró desde el domingo el tono en sus mensajes.
Y el comunicado de esa noche sobre el aumento del número de fallecidos a 29 añadió una pequeña frase:
“Nuestra solidaridad y acompañamiento están con todas las familias afectadas”.
En fin, como escribí aquí, es sólo un boletín, un parte de defunciones.
El gobierno de la ciudad, por cierto, me hace ver que, amén de la entrega de recursos económicos, cada familia de las víctimas fatales tiene acompañamiento jurídico y un servidor público a su disposición para resolverle trámites y necesidades; y que además del apoyo médico y psicológico hay un seguimiento pormenorizado con los familiares de las personas lesionadas.
Pues, qué bueno.
Es lo menos que se esperaría de un gobierno dirigido esencialmente por mujeres.