Morena y el ‘bon vivant’



La primera modificación es el abandono de los ideales democráticos en favor del modelo autoritario de gobierno, el control político a toda costa y la exclusión de las otras fuerzas políticas.
Es, nada menos, una forma de traicionar a sí mismos al incurrir en la contradicción monumental entre el ideal democrático liberal, progresista o socialdemócrata y, una vez capturado el poder, la imposición del estilo autoritario de gobernar.
El ejemplo claro de la traición política personal es el de Pablo Gómez, el viejo comunista mexicano que pasó largos años en la oposición pugnando por abrir en el sistema autoritario priista espacios políticos para las fuerzas de oposición.
Diversos analistas políticos han señalado el caso peculiar de Gómez, quien ahora será el encargado de diseñar y aplicar la reforma política de Sheinbaum bajo el siguiente criterio: tenemos la fuerza política, dijo, y la vamos a aplicar. No habrá “camarillas", como llama él a las fuerzas opositoras.





