
San Antonio, Tx.
Les platico:
En mi reciente recorrido por las principales zonas de conflicto en el Perú tras ser apresado el ex presidente Pedro Castillo, un grupo de empresarios de Puno me preguntó a escasos kilómetros de la frontera con Bolivia, por qué la I.P. mexicana no apoya a sus colegas incas en la lucha contra el vandalismo desatado por terroristas que piden la renuncia en masa del Congreso de ese país y de la presidenta Dina Boluarte.
Mi respuesta fue tajante: porque las nuevas generaciones de empresarios de México son pusilánimes, cobardes, ramplonas, egoístas, mamonas y salvo muy honrosas y "percheronas" excepciones, nomás se ocupan de lo que es inmediatamente suyo y no tienen empacho en arrastrarse ante el poder para que no se los vaya a fregar el gobierno ignorante, salvaje, silvestre y vengativo que se ha adueñado de México desde el 1 de diciembre del 2018.
"Tal Cual" decía mi abuela, la primera alcaldesa de todo México: "Piquete que va derecho, aunque te frunzas".
Así lo escribí en mi artículo "Las marcas pierden" del pasado día 22 de este moribundo enero.
No me preguntaron porque éste su irreverente servidor estuviera investido con alguna representación del gobierno ni de la I.P. mexicana, ¡ni lo mande el Dios de Spinoza!
Fue solo por la sencilla razón de que era el único medio informativo de México que cubría en ese momento in situ -esto es, en forma presencial- y durante más de un mes, lo que ocurre en el Perú.
Les platico esto porque muchísimos de quienes heredaron las empresas de sus padres, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos y choznos, son diametralmente diferentes en su pensar y actuar a los grandes señorones de la época de los Eugenio Garza Sada, Fernando Aranguren, Andrés Marcelo Sada, Manuel Clouthier y otros de esa estirpe.
En los años que ellos vivieron tenían los pantalones para decirle "así no, presidente" a Díaz Ordaz, a Luis Echeverría y a sus antecesores en el trono presidencial.
CON RODILLERAS PUESTAS.

Pero de López Portillo en adelante, los herederos de la estirpe empresarial mexicana cambiaron su forma de dirigirse a los inquilinos de Los Pinos y luego, del Palacio Nacional:
"¿Así sí, señor presidente?", con rodilleras puestas y toda la cosa.
Por eso las fortunas de los Carlos Slim, Carlos "IUSA" Peralta, Ricardo Salinas Pliego, Emilio Azcárraga Jean, Germán Larrea, Patricia Armendáriz, Miguel Rincón, Carlos Bremer, Daniel "Vidanta"Chávez Morán y otros de esa ralea.

