Salud

Oler la comida... ¿engorda? 😮

Siempre lo hemos dicho "de broma", sin embargo, tristemente, sí tiene un efecto en el metabolismo. Lo sentimos...
Entre broma y broma... puede ser cierto que oler la comida ¡engorda!.

Según varios científicos, el olfato activa al cerebro y por ende, al metabolismo. Se realizó un estudio en la Universidad de Berkeley que fue publicado en la revista científica Cell Metabolism, en donde los investigadores  Andrew Dillin y Céline Riera se enfocaron en indagar más sobre la relación con el olfato y el hecho de acumular más grasas.

Para esto, realizaron pruebas con ratones:

En un grupo había ratones de control, y en otro grupo, ratones con terapia génica para quitarles el olfato. Después de tres semanas sin oler, se les realizó la primera prueba y se les ofreció una dieta con mucha grasa. En esta primera prueba, observaron que todos los ratones comían similar, pero los que habían sido privados el olfato, engordaron mucho menos, pues su metabolismo se mantenía muy activo.. ¡Increíble!.

Después de esto, comenzaron a investigar sobre lo que iba a suceder cuando privaran del olfato a los ratones gordos, entonces para esta prueba, se anuló el olfato de un grupo de ratones obesos y los compararon con un grupo de control de ratones de control con olfato.

Entonces, descubrieron que a los ratones que NO TENÍAN OLFATO, se les redujo la masa corporal hasta que se normalizó.

En un tercer experimento, decidieron que en lugar de quitarle el olfato a algún ratón, hicieron lo contrario. Se decidió manipular a los ratones para que los de un grupo pudieran tener olfato "ultradesarrollado" frente al otro grupo de ratones sin manipular.

Entonces, así como lo sospechaban los investigadores, los animales con más olfato, engordaron más que los que no tenían el olor alterado.
CONCLUSIÓN:

Oler la comida, engorda. Aunque no tienen muy claro los científicos a ciencia cierta la causa, señalan que seguramente, es porque el olor avisa al cerebro que vamos a comer y responde activando el metabolismo en modo ahorro. 

Por el contrario, comer sin haber olido antes la comida, no tendría que haber estos cambios en el metabolismo.

Estas conclusiones no se han aplicado en humanos, pues los científicos señalan que estas pruebas deben de realizarse en personas para tener resultados más claros y contundentes.

Pero bueno, mientras son peras o manzanas, disfrutemos de los exquisitos aromas y olores que la comida nos regala.