¡¿Qué nos está pasando Laureano?!
Susana Valdés Levy DETONA: Antes en SPGG era indiferente quien viviera en una casa grande y elegante o quien en una más modesta.
domingo, 28 de abr de 2024 02:32 p. m.
Foto Archivo DETONA.
Luego de ver la susodicha serie “Sierra Madre”, sentí nostalgia
No pude evitar recordar el San Pedro Garza García en el que viví y crecí; donde vivieron mis abuelos y mis padres…
¡Era muy diferente!
Y no me refiero solamente a la Colonia del Valle, sino a todo lo que fue ese municipio años atrás, cuando los personajes de renombre no eran solo quienes tuvieran mucho dinero, sino también eran...
- Don Nico, y su hijo Mode (en sus inicios de trabajador incansable).
- Eugenio el del carretón de jícamas y cocos con chile parado junto a la banqueta del parque de Mississippi.
- Las señoritas Riaño que personalmente atendían su mercería/papelería en el Centrito.
- Don Toño y la Sub-agencia Del Bosque.
- Macario el dulcero.
- Pumas y Avispones con sus legendarios coaches.
- Rutilio, el tablajero de Azcúnaga y Don Raúl el gerente.
- Lolita la enfermera que ponía inyecciones a domicilio.
- Cómo olvidar a Normita, la gerente del Banorte (entonces "Banco Regional del Norte") que siempre iba con sus pelucas peinadas “en gajos”.
- Inolvidable la señora Paquita, que nos mandaba a todos de intercambio a Estados Unidos.
- Y a la señora Andonie con su zapatería infantil.
- O la frutería Pepe del señor Marcos en la punta de la cuchilla de Colorado y Orinoco ¡La mejor fruta del planeta!….
- El cafecito en la Benavides o la copa de nieve de vainilla con galletas de wafle.
- Y llevar a arreglar la bici ponchada con Gerson.
- Enrique el de la Peluquería #2 que arreglaba relojes.
- Su hermano "El Pescado" que boleaba zapatos hasta que rechinaban y hacia mandados.…
- Y los muchachos que jugaban futbol todas las tardes en los camellones de la calzada.
- El estanquillo de Don Hilario cerquita de la rotonda…
- ¡Y la estatua del David, que seguido amanecía con shorts que le ponía la gente para taparle sus partes nobles!
- El patinadero Mano Amiga.
- La kermesse de Labastida.
- Los bailecitos de cochera con servicio de canapés untados con cheese-whiz…
¡Tantas cosas! ¡Tantos recuerdos!
En San Pedro solo había un cine, el Cinema Del Valle, y no teníamos problemas para ir a Monterrey a ver películas como éstas. Foto Archivo DETONA.
Lo mejor de todo es que no era importante quien tuviera dinero y quién no
- Todos íbamos a los mismos lugares, a los mismos bailes.
- Quien fuera socio del Casino o del Campestre invitaba sin remilgos a quien no lo era…
- No se les ponía “precio” a los amigos.
- No usábamos ropa de marca y si alguien usaba ropa fina, no andaba con las marcas por fuera.
- Nuestros tenis más finos eran Converse All-Star y cuando los jeans nos quedaban rabones, los cortábamos y los convertíamos en bermudas o shorts deshilachados.
- El famoso “Cho” González Quijano andaba por toda la colonia del Valle en patines y casi todos los demás en bicicleta o a pie.
- Carlos Bremer andaba casi siempre con su cachucha de beisbol con la visera hacia atrás y un bate al hombro, con el guante de beis colgado del bate caminando por la calle Marne luego de algún juego.
Era realmente indiferente quien viviera en una casa grande y elegante o quien en una más modesta y nadie gastaba fortunas en hacernos fiestas de cumpleaños con show…
- Jugábamos a las sillas, y a los quemados.
- Hacíamos concursos de carreras de costales…
- Jugábamos lotería con frijolitos.
- Bebe-leche pintado con gis en la calle…
- Quien tenía cancha de tennis en su casa, nos invitaba a todos y hacíamos torneos.
- Lo mismo hacían quienes tenían alberca…
- No presumíamos los éxitos de nuestros padres ni nos avergonzábamos de sus derrotas…
- Nosotros, los niños y niñas de San Pedro, los hijos e hijas, no éramos un “trofeo” que nuestros padres usaran para presumir de su estatus…
- Eramos un tesoro familiar de carne y hueso aprendiendo a vivir….ricos o pobres, con no más de cinco pesos en la bolsa del pantalón.
- En casa de cada amigo había siempre un lugar en la mesa para quien quisiera quedarse a cenar.
Pero todo eso cambió…ni cuenta me di a qué horas cambiaron tanto las cosas…
Foto Staff / Detona.
La convivencia se hizo competencia y se volvió conveniencia
- Se acentuó la división por dinero, por estatus; los niños empezaron a vestirse con ropas de marca desde la cabeza a los pies cual si fueran comerciales ambulantes.
- Empezaron los miedos y los guardaespaldas, las casas ya no eran de puertas abiertas, las amistades se volvieron selectivas y los lugares exclusivos…
- Dejamos de asistir a los mismos colegios y a los mismos bailes…
¿Qué cambió? ¡No lo sé!…
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Solo sé que antes todo mundo era más feliz, menos compulsivo, menos ansioso, menos depresivo, menos segregado…
Recuerdoaquel show de Los Polivoces en los 70's, donde salía aquella pareja norteña: “Don Laureano y Doña Paz”…
Ellos se habían sacado la lotería volviéndose inmensamente ricos y de la noche a la mañana su relación, otrora cálida simple y sencilla, se les había vuelto fría complicada (sin perder lo provinciano y lo ranchero)…
Y Doña Paz, entre amargos sollozos solía preguntar:
“¡¿Qué nos está pasando, Laureano?!"
COMUNÍCATE.
En Detona, ya llegamos a 12 millones y medio. ¿Vamos por el cabalístico 13? ¡Vamos!
Detona está en la F1.
DETONA anda en buenas cabezas.
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