Políticamente incorrecta

Embate Perjudicial

María Fernanda García Sada DETONA: El debate no obtuvo ganador y lo peor de todo es que México es el gran perdedor. 

Prometo solemnemente retar los dogmas, el statu quo.

María Fernanda García Sada

¿Debate presidencial? ¡Nada más lejos que eso!

Lamentablemente, el de ayer no fue un debate de la estatura del futuro o futura Jefe de Estado, fue un embate perjudicial para todos los mexicanos, ¡de vergüenza! 

Vamos al grano: ninguno de los tres candidatos se salva.

Desde el maldito reloj que falló (pésima gestión técnica) y el escudo nacional de cabeza (así está el país), hasta las decepcionantes, ausentes, confusas e insostenibles respuestas porque nada más no contestaron puntualmente, se fueron en curva, por la tangente y se descarrilaron, como el Tren Maya. 

Los tres candidatos dejan mucho a qué desear. Fue un debate bélico, aburrido, chafo, de 4ta, de vecindad, inmemorable (porque hace olvidar las cualidades de cada uno), que restó en lugar de aportar —muy parecido a la frase indignante, “Yo tengo otros datos”. 

Aunque los moderadores hicieron su mejor esfuerzo, ya quisiera ver a los candidatos ser interrogados bajo reglas fijas, claras, por moderadores más estrictos, tajantes, que no los dejen salirse con la suya, como por los agentes aduanales de Estados Unidos que cuestionan militarmente a un extranjero que no coopera: “¡Responda la pregunta! It’s a yes or no question”. ¡Así de sencillo! Mientras, el poseedor de la valiosísima visa se hace chorrillo sobre la delgadísima tanga, porque, si no se apega a las reglas, en el mejor de los casos, pasa al cuartito a ser escudriñado hasta la médula; en el peor, es detenido o deportado.

Los moderadores de debates deberían de silenciarles el micrófono y castigar a los candidatos con reducirles el tiempo de respuesta cada vez que comiencen con guerra, o bien, tener otro debate exclusivo para eso.

¡Ya estamos hartos de lo mismo, de candidatos predecibles que se pelean en lugar de hacer propuestas! Shame on them!

En la mayoría de los casos no solo no contestaron las preguntas, tampoco ahondaron, no fueron específicos en “el cómo”, no presentaron soluciones reales posibles, fueron opacos, ambiguos e indirectos.

No es culpa de mercurio retrógrado, ni de cómo se formularon las preguntas (muchas de ellas, excelentes, elaboradas por la ciudadanía), tampoco fue por falta de tiempo.

La responsabilidad fue únicamente de los candidatos, no de sus asesores.

Se la pasaron acusándose, sacaron letreritos de 4ta, se atacaron sin cansancio ni tregua, se tiraron tierra —verdades o mentiras— y, como era de esperarse, se dedicaron también a defenderse. ¡Un cochinero!, un cat fight de calle, indigno de lainvestidura presidencial.

En un momento, hasta la periodista Denise Maerker tuvo que decir: “Les voy a hacer una pregunta, a ver si obtenemos una respuesta más concreta”. 

¡Ignominia total!
¿Mis conclusiones sobre los candidatos?

No necesito mencionar sus nombres, ustedes sabrán identificarlos: hubo quien se mostró pretenciosa, mecánica, cero carismática, manipuladora, evasiva, ficticia, negadora de hechos duros negativos, de libreto, de sketch e insinuó la misma frase cansada “otros datos”; la otra, se mostró nerviosa, geekeando, con actitud demasiado técnica, dependiente de datos, desconectada del público, antinatural, con falta de liderazgo.

El tercero evidenció su incapacidad, sostuvo una sonrisa más falsa que la maquillada de Pipo; atacó hasta el cansancio (porque, al parecer, fue su único talento y aportación); se dedicó a tirarle a una de las candidatas en particular, como si le hubieran pagado del otro partido regente.

Me parece inverosímil que los contendientes hayan perdido la oportunidad de platino para exponer concreta y claramente sus planes para el próximo sexenio (que, por cierto, tiene carácter de urgente porque ya son 3 para las 12:00). Se abordaron temas de importancia nacional: educación, salud, transparencia, corrupción y derechos.

Solo faltó profundizar en seguridad que, en este sexenio, se encuentran todos esos rubros ¡reprobados!

El país está en números rojos y en llamas, estos postulantes se la pasaron luchando el uno contra el otro (un perfecto reflejo de lo que padecemos actualmente en el país), denostándose cada vez que tomaban el micrófono.

Me parece una falta de respeto a la ciudadanía mexicana, al tiempo y atención invertidos, a la inteligencia y aspiraciones de un pueblo abandonado.

Adicionalmente, se la pasaron también en un ego trip político: “Yo hice esto, yo hice lo otro”.

¡No queremos presumidos, ni un show de 4ta, necesitamos presidente!

El país cumplió: participó con la elaboración de preguntas elocuentes sobre temas preocupantes genuinos.

Los candidatos no dieron la talla, no respondieron como nos merecemos. Y es una lástima porque no mostraron sus virtudes ni sus fortalezas al enlodarse con tantos “dimes y diretes”.

¡Queremos estadistas preparados, no políticos egocentristas, conflictivos, belicosos, contadores de nada! 

Por si fuera poco, para el presupuesto hasta prometieron regalar las perlas de la virgen, inexistentes en las arcas de un país venezolándose, derrotado por el crimen, quebrado y endeudado por obras faraónicas sin funcionar y ahogado por la creciente inflación que parece no tener fin. 

Quizás debería de haber dos tipos de debates: uno para responder acusaciones serias, tocar temas escabrosos, evidenciar errores, regazones y corrupciones ante la ciudadanía, en el cual, los candidatos puedan tirarse todo el estiércol que quieran; luego tener otro debate digno, en el que propongan planes de acción, constructivos, inteligentes, brindar propuestas viables para avanzar, para que el pueblo pueda llenarse de fe y esperanza. 

El debate no obtuvo ganador y lo peor de todo es que México es el gran perdedor. 

Lamento mucho esta dolorosa situación que nos afecta y ofende; también haber perdido mi valioso tiempo en el embate perjudicial

María Fernanda García Sada

Licenciada en Estudios Internacionales, escritora, ilustradora y artista visual. Egresó de la Universidad de Monterrey en 1997. Estudió diversas disciplinas: protocolo y etiqueta en el Institut Villa Pierrefeu en Montreux, Suiza; diseño y arte en el Instituto per l’Arte e il Restauro en Florencia, Italia y en Sotheby’s Institute of Art en Nueva York y escritura en Gotham Writers en la misma ciudad en los Estados Unidos. Cuenta con un Diplomado en Finanzas de la Universidad Anáhuac del Norte en la Ciudad de México en el 2020. Fue artista plástica de la Galería Emma Molina (2000 – 2006) y de GE Galería (2008 – 2012). Cuenta con más de treinta exposiciones en galerías y pequeños museos en México y en EUA. En la escritura colaboró con la revista The Business Club Magazine al escribir la columna Arte, cultura y sociedad, así como también en la edición Woman, con la columna Women to Watch (2008 – 2012). Realizó diplomados en Creación Literaria en el Museo MARCO y en la Fábrica Literaria en Monterrey. En el 2013 escribió El punto animado, mismo que ella ilustró. Estudió Taller de Novela con Mariana García Luna (2013 - 2019) y Haiku con Cristina Rascón (2020). Desde el 2020 estudia Poesía y Edición con Amaranta Caballero Prado. Ha presentado sus libros en la Feria Internacional de Monterrey y la Feria Internacional Palacio de Minería en la CDMX. Es la única autora en toda la historia de Nuevo León que ha sido invitada por cortesía por su casa editorial, Ediciones del Lirio, para presentar sus libros en la Feria Internacional del Libro más grande del mundo: Frankfurter Buchmesse (2022). Recientemente fue invitada a presentar su obra en la FILBO en Colombia (2023) y en la primera edición del festival del libro, Santiago Lee, en Villa de Santiago. Ahora forma parte de Detona.