Siete Puntos

Apergollados... ¿todos?

El presidente López Obrador, con tal de defender su proyecto, comete errores y, sobre todo, generalizaciones.
1.

¿Cómo es posible -se preguntan muchos- que AMLO siga manteniendo altos niveles de aprobación, si está llevando al país a la ruina, si comete un error tras otro en economía y salud, si en vez de unir polariza?

Los expertos ven dos razones de este beneplácito: sus programas están dirigidos a los sectores más vulnerables de la nación, lo que, en segundo lugar, lo mantiene congruente en su lema de campaña: “primero los pobres”.

Yo añado una tercera, y tiene qué ver con su capacidad para asumir la narrativa del mexicano promedio.
2.

Quienes se irritan por la corrupción en este país, por los empresarios que no pagan impuestos, por los medios de comunicación que se enriquecen a costa de divulgar mentiras, por el monumental financiamiento a los partidos políticos, por la frivolidad de la clase política, y por el saqueo de las arcas públicas a cargo de funcionarios en todos los niveles, se ven reflejados en él cada vez que, desde el estrado mañanero, despotrica contra quienes personifican las anteriores fechorías.

El presidente es la voz de esos sin-voz.

3.
Sin embargo, y con tal de defender su proyecto, comete errores y, sobre todo, generalizaciones.

Esta semana, y a raíz de las sugerencias que los jesuitas y hasta la cúpula episcopal mexicana le hicieron, invitándolo a reconsiderar su estrategia para combatir la inseguridad en el país, su respuesta fue furibunda.

Después de usar los epítetos que le son tan gratos para referirse a quienes lo critican -voceros y achichincles-, remató: “Incluso hasta los religiosos, con todo respeto, que no siguen el ejemplo del Papa Francisco porque están…

4.

… muy apergollados por la oligarquía”.

La expresión refiere a alguien que está cogido por el cuello, que está obligado a seguir determinadas exigencias.

Y sí. Debemos reconocer, con tristeza, que existen jerarcas eclesiásticos que se han plegado a las indicaciones de los poderosos, que han presumido impunidad y privilegios, que se han puesto del lado de quien oprime y no de los oprimidos. Y esto le indigna a mucha gente. Sólo que este bloque es sumamente pequeño en comparación con los pastores que, inclusive, dan la vida por defender…

5.

…a los desamparados, como en el caso de los dos jesuitas asesinados.

La absurda e irrespetuosa universalización presidencial no sólo peca por acusar al todo de lo que hace una parte, sino que hiere la sensibilidad de un sector del clero -repito, mayoritario- que enfrenta día a día la criminalidad en nuestro país.

No. No todos, más bien pocos, son los curas apergollados.

Además, la hermenéutica presidencial no es de las mejores, pues supone que quienes critican su proyecto anti-crimen están a favor de la violencia indiscriminada y de una guerra que …

6.

…ha demostrado su inefectividad.

No.

Como lo acaba de declarar el Presidente de los Obispos Mexicanos, lo que se sugiere es revisar la estrategia, apostar por la necesaria contención de la criminalidad, y cumplir con una tarea impostergable del Estado: garantizar la seguridad de la población.

No se trata, entonces, de masacrar poblaciones enteras en busca de capos delincuentes, ni de torturar a narcotraficantes. Pero se necesita actuar para que se cumpla la ley, respetando los derechos humanos, y privilegiando la tranquilidad de la ciudadanía.

7.

Cierre icónico.

Me entero de que por un viaje, como el de Texas en donde se da una nueva tragedia migrante -hasta el momento van 51 personas muertas, asfixiadas-, los coyotes cobran entre siete y 15 mil dólares.

La ONU estima ganancias de 6,600 millones de dólares anuales para los traficantes. Imposible no sospechar que autoridades migratorias colaboran en este comercio criminal.

El negocio, tan próspero como asesino, crece gracias a la complicidad de quienes deberían impedirlo, pero se enriquecen con él.
Padre Paco

El sacerdote José Francisco Gómez Hinojosa (Monterrey, México, 1952) es el actual Vicario General de la Arquidiócesis de Monterrey. Es diplomado en Teología y Ciencias Sociales por el Departamento Ecuménico de Investigaciones de San José, Costa Rica, y doctor en Filosofía por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Ha sido profesor en el Seminario de Monterrey, en la UDEM, el ITESM, la Universidad Pontificia de México, el Teologado Franciscano, el EGAP (Monterrey) y la Universidad Iberoamericana (Centro de Extensión Monterrey).