Irreverente

Las tijeras de rombitos

Plácido DETONA hoy una historia sobre los tenis que han vuelto de moda. ¿Arre? ¡Arre!
Les platico:

¿Se acuerdan de aquellas tijeras que cortaban como en rombitos?

Así, como cortadas de esa manera, eran las tres barras que adornaban los costados de los tenis Adidas que causaron furor en los años 80.

Si ya eran moda, se volvieron una locura cuando Fredy Mercury comenzó a lucirlos en sus conciertos con la banda de rock inglesa, Queen.

Todos los querían tener pero solo los "pudientes podían" -válgaseme el pleonasmo- porque costaban bien caros.

Había una vez un chavo que se moría por tener esos tenis, pero no le alcanzaba ni juntando todos los “domingos” de un año, que a duras penas su papá y su abuelita le daban de vez en cuando.

Como su mamá era costurera y la abuela tejía en una máquina Singer, había en su casa unas tijeras de esas, que cortaban en rombitos para evitar que las telas se deshilacharan.

Entonces, había dos Singer en la casa: donde cosía su mamá los encargos de sus vecinas y el adelanto tecnológico de aquella época, la que su abuela usaba para tejer ropa de estambre.

El chavo aquel ahorraba y ahorraba y nunca le alcanzaba para comprarse sus anhelados Adidas.

De pronto, se le ocurrió una idea:

Cortó con la tijera de rombitos seis franjas de tela blanca gruesa, al ancho exacto de las de los Adidas.

Con Resistol se las pegó a los costados exteriores de unos viejos y baratos tenis negros que tenía.

“¡Me quedaron con madre!”, se dijo, al vérselos puestos frente al espejo.

Y salió con ellos a estrenarlos en su diaria caminata.

Vivía en el Centro de Monterrey y todos los días, al terminar de hacer la tarea y comer -en ese orden- tomaba por su cuenta la avenida Colón, donde antes había rieles, y se iba caminando hasta el Hospital Civil, que hoy es el Universitario.

Le gustaba mucho esa ruta porque al poniente de dicho Hospital estaba la que en ese entonces era la colonia más acaudalada de Monterrey: la Vista Hermosa, donde vivían muchos judíos y árabes.

Decía que un día se iba a casar con una muchacha de esa Colonia.

De regreso, tomaba la Calzada Madero, donde antes había palmeras.

El día de su caminata de estreno con los “Adidas”, volvió a casa con las seis tiritas blancas en la bolsa de su pantalón.

Con el trajín, se le despegaron y hasta ahí llegó la emoción de tener sus "tenis de moda".

“Ni modo, cuando empiece a ganar dinero podré comprarme unos de verdad”, se dijo al llegar a su casa por la noche.

  • Y ¿qué creen?
  • No solo se le cumplió ese deseo.

También se casó un día con la muchacha más bonita que vivía en la Vista Hermosa.

Cajón de sastre:
  • Mañana, cambio completo de programa, sin faltar el Incomparable Iván, la Ardorosa y Ardiente Lady Cachanilla y la Infame Ramle.
  • Hoy, les deseo que tengan un plácido domingo.
Plácido Garza

Presidente y fundador de la plataforma noticiosa www.detona.com que cuenta con un periódico digital y canales de TV en YouTube y TikTok. Ganador del Premio Nacional de Comunicación para Medios Digitales 2023, otorgado por la “Fundación José Pagés Llergo”. Ganador del Trofeo Regio 2024 en la categoría de Comunicación. Ganador del Premio Estatal de Periodismo en NL,  “Francisco Cerda Muñoz” 2024, al mejor medio digital. Nominado a los Premios de Periodismo “Maria Moors Cabot", de la Universidad de Columbia en Nueva York; "Sociedad Interamericana de Prensa", con sede en Miami y “Nacional de Periodismo”, por cuatro años consecutivos. Miembro de los Consejos de Administración de diversas corporaciones globales.  Creador de la primera plataforma BigData en América Latina.  Exporta información a empresas y gobiernos de varios países.
Es uno de los periodistas más influyentes en el ámbito socio-político de México. Escribe todos los días su columna "Irreverente" para medios nacionales y extranjeros. Maestro de distinguidos comunicadores en el ITESM, la U-ERRE y universidades de EEUU. El 29 de septiembre de 2022, Plácido Garza es incluido en la Enciclopedia de la Literatura en México por su libro “Irreverente”, donde se le destaca en la reseña como “un disparador incansable de ideas, algunas provocadoras, otras, lapidarias”. Es reconocido por su tono fresco y mordaz de crítica política y social, así como una viva expresión de la lengua y la cultura mexicana, mezcla antagónica generada por la proximidad con Estados Unidos. Como montañista, ha conquistado las cumbres más altas de América y algunas de Asia y Europa.