Conoce a tu enemigo, mejor que a ti mismo...

...No lo odies, estúdialo. Entiéndelo, compréndelo y DERRÓTALO. Tiempos vividos en Cuaresma.

En septiembre del 2005 se presentó mi libro Kratología, que era la aplicación práctica de las leyes para conseguir, acrecentar y conservar el poder.

La aspereza y crudeza de exposición de acciones para estar en el poder y que su contenido puede no ser bien entendido, tome como argumento lo escrito: La verdad nunca tiene peligros para el humano sincero, ni el conocimiento los tiene para el sabio; para el necio y para el hipócrita, error y verdad son igualmente peligrosos. Vamos a dar conocer de acuerdo con la época de lucha por el poder:

Sea inflexible en cuatro fases:

a) Deje que sepan que usted los odia.

Haga que lo sepan a menudo y claramente. Esto virtualmente elimina su expresión de sorpresa cuando usted cae sobre ell@s y corta sus balbuceos y súplicas con un despido o eliminación. ¿Tiene usted algún hecho donde se dé esto?

a) Invente alguna buena historia.

El pueblo aprecia eso. Dígales que el ciclo de ya se terminó, que es momento de retirarse de la política. Que tendrán la posibilidad de explorar nuevas perspectivas, como por ejemplo en la enseñanza en alguna universidad. Que pueden disponer de un año libre para estudiar en E.U.A. o Europa. Lo que sea, pero deshágase de ell@s. ¿Conoce alguien que invente historias?

c) Deles un poco de tiempo para irse.

Pero recuerde que no acabará con la tarea de ser eficiente para conseguir y acrecentar su poder, si no arroja por la ventana a aquell@s que se han convertido en un estorbo. ¿Serán algunos ex miembros del gabinete, hasta Lázaro? 

d) Pero cuidado, tampoco les dé demasiado tiempo.

LAS COSAS QUE HAY QUE CULTIVAR:

• La grosería. Observe cómo retroceden las personas cuando usted se burla de ellas o les pone una mano en el cuerpo y las empuja con fuerza.

• La codicia. ¿Quiere algo? ¡Tómelo!

• El espíritu de destrucción. Atila era un bárbaro sin piedad, pero se le recuerda, sobre todo, por destrozar media Europa. Trate de imitarlo.

• La jactancia. Donde quiera que vaya deje su huella.

• Los excesos personales. Usted tiene malas costumbres. Algunas son perniciosas para usted y deberían ser evitadas. Pero las que son perniciosas para los demás, ¡pueden y deben ser celebradas!.

Sentencias cuasi bíblicas:

• Arrepentíos siempre de cualquier cosa que hayáis hecho, incluso de la obra más noble, aunque el arrepentimiento no te sirva de nada.

• Sé avaricioso, ya que la avaricia no es más que la exacerbación del deseo de posesión. O en todo caso, es un simple espíritu libidinoso de la previsión.

• Admira la belleza de los seres y de las cosas sin concupiscencia, aunque te pierdas lo mejor de la vida.

• Sé siempre un cínico, pues es el único antídoto contra la hipocresía, pero cuídate de no ser un fariseo.

• No censuréis a persona alguna por aquello que tú puedes ser en alguna ocasión, por ejemplo, ser infiel.

Y terminamos con una expresión real y verdadera:

“¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas! ¡Sepulcros blanqueados hermosos por fuera, y llenos por dentro de huesos de muerto y de toda clase de inmundicias!”

Ernesto Pompeyo Cerda Serna

Contador Público y Auditor. Socio del Despacho D. E. C.  y Miembro del Despacho Internacional PKF North American. Autor de los libros. Adiccionario Político. Kratologia. Literatura y Poder.