
Donald Trump ha prometido que de ganar la presidencia de los EU, llevará a cabo la mayor operación de redadas y deportación en la historia de EU.
Muchas personas no lo creen, pero quienes lo conocen, saben que habla en serio y que su equipo, entre los que se cuenta el nefasto Stephen Miller, está trabajando en un proyecto para deportar a 400 mil indocumentados al año.
De realizarse el absurdo proyecto, el país más afectado sería México, pero la economía de EU también se desplomaría.

Algunos datos:
Se estima que la población hispana en EU asciende a 60 millones, de las cuales el 60% son mexicanos o de origen mexicano, es decir 36 millones.
De ellos, cerca de 12 millones son mexicanos de primera generación. De dicho universo, se estima que 5 millones son indocumentados, alrededor de 1 millón de “Dreamers” o soñadores.
Si Trump deportara cada año a 400 mil indocumentados, cerca del 50% podrían ser mexicanos.
La economía mexicana tendría que crear 200 mil empleos más cada año para absorber a los deportados.
Los consulados mexicanos se verían rebasados en su labor de protección. La separación de familias sería inevitable
Un segundo problema sería que el gobierno de Trump buscase que nuestro país recibiera a los deportados de otros países que no estuvieran dispuestos a recibirlos, como los venezolanos, los cubanos y los nicaragüenses.





