


El desprecio por la vida de los seres vivos es una constante en nuestro mundo.
El odio símbolo del caos y del mal sigue aposentándose en cualquier lugar de la tierra usando como carnadas a individuos vacíos y sin rumbo fijo cuyo fin, en el latiente universo es causar daño a cualquier mortal que pase a su lado.
O aquellos a quienes sus jefes les llame la atención sean políticos o no.
Esos individuos también llamados “criminales” son trabajadores de la ignorancia y aliados del pecado, de querer una vida fácil a costa de los demás.
Buscan apoderarse de los capitales de los integrantes de la sociedad mediante la amenaza, la corrupción, y el chantaje, con la consigna de obtener a la fuerza algún dividendo ya sea dinero o el poder. So pena de si no cooperas a la buena te asesinan a la mala.
Hace días fue brutalmente asesinado por integrantes de una célula criminal el alcalde electo de Chilpancingo Guerrero, Alejandro Arcos Catalán.












