¡Wow!

¿Espías el celular a tu pareja? ¡Aguas, es ilegal!

Si no quieres que alguien vea tu celular estás en todo tu derecho, pues la Suprema Corte te respalda.

Si sueles revisar el celular de tu pareja para ver si te está engañando o mintiendo, mejor ya no lo hagas.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de México señaló que es ilegal revisar o apoderarse de los mensajes o las cuentas de comunicación ajenas sin la autorización de la persona dueña de celular, pues es contrario a la inviolabilidad de las comunicaciones privadas y viola el derecho fundamental a la privacidad.

Por lo que ninguna persona sin tu autorización puede revisar tu móvil, ya sea mensajes de texto, mensajes de WhatsApp, Facebook, Twitter, Messenger, Instagram, Hotmail, Gmail u cualquier plataforma de comunicación.

El fallo emitido por la Corte se dio luego de que un hombre, ante un juicio de divorcio, tratara de usar más de 300 correos como prueba para alegar una presunta infidelidad de la pareja.

Las pruebas fueron declinadas ya que, según la SCJN, violan el artículo 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el cual hace referencia en el párrafo decimosegundo y decimotercero a la inviolabilidad de las comunicaciones privadas.

"En definitiva, todas las formas existentes de comunicación y aquellas que sean fruto de la evolución tecnológica, deben quedar protegidas por el derecho fundamental a la inviolabilidad de las comunicaciones privadas", especificó en un comunicado.

A partir de ese fallo, en México está prohibido que tu pareja, amigos, familiares o cualquier tercera persona pueda revisar tus mensajes, correos electrónicos o cualquier información privada por el medio que sea.

Además, “en cualquier caso, y a los efectos que nos ocupan, el hecho de divulgar sin la autorización de sus autores, cientos de correos electrónicos que relatan una relación sentimental de dos personas, y ofrecerlos como prueba en juicio, vulnera de forma flagrante el derecho a la intimidad de la hoy recurrente, aún custodia de sus cuando aquellos hayan sido descubiertos fortuitamente”.

Así que a partir de esa publicación, en México se tiene todo el derecho de decir "no veas mi celular" abiertamente, pues la SCJN lo respalda. 

En España sí puedes ir a la cárcel

En España si espías los mensajes del celular sin consentimiento de la persona estás cometiendo un delito de Descubrimiento y Revelación de Secretos contemplado en el artículo 197 del Código Penal.

"Aunque este artículo está pensado en el correo postal y otros documentos [data de 1995] es perfectamente aplicable a los móviles", explica la fiscal experta en criminalidad informática y delitos tecnológicos, Escarlata Gutiérrez. "Como pasaba con las cartas -que no era necesario apoderarse de ellas, bastaba con abrir el sobre y ver el contenido- sucede con los teléfonos", cuenta.

¿Qué es exactamente lo que tendría que hacer una persona para cruzar la línea de la legalidad? "Basta con enterarse de un secreto, de aquello que está reservado del conocimiento de terceros. Puede ser descubrir que tu pareja tiene un affaire o enterarte de cuánto dinero ha ganado con una actividad", explica Gutiérrez. "Tiene que existir un dolo, un conocimiento y una voluntad", precisa.

Sin embargo, si alguien te presta voluntariamente su celular para ver algún video, fotos o jugar y por culpa de una notificación descubres algún secreto del duelo del dispositivo no estarías cometiendo ningún delito.

En caso de cometer el delito, según dicta el Código Penal español las penas van desde 1 a 5 años de prisión y multa de 12 a 24 meses, todo depende de que tanto se vulnera la intimidad de la víctima, informa Eduardo J. Rovira del Rio del despacho de abogados RMG Abogados.

Sin embargo, si la finalidad de la información obtenida del celular es para lucrar económicamente o aprovechar esa información para ganar notoriedad y fama o con fines publicitarios y comerciales. La pena de cárcel va de 4 a 7 años, imponiéndose la "mitad superior" si la persona que ha realizado el delito es su pareja, o persona unida por relación afectiva, o la víctima es menor de edad o una persona discapacitada.