Inconsistencias
Apuestan a desmemoria. A la prisa de los días. A la pandemia. A la mira extraviada en los exhortos de las necesidades.
Pueden culpar a sus antecesores. De haber encontrado la casa bocabajo. Se llevaron hasta las cajas fuertes.
Dejaron endeudado a las administraciones. Todas las alcaldías y delegaciones deben ajustar los impuestos prediales.
Muy por encima de la inflación. Es el costo de gozar de los servicios.
Ninguno de los alcaldes o jefes delegacionales, al momento de pedir el voto, se acercaron a los ciudadanos pidiendo permiso de incrementar los impuestos en su primera semana de trabajo.
No han variado en nada. Los expertos financieros pintaron el peor de los escenarios a corto plazo.
Además de la carga impositiva. De la premura de indemnizar a quienes se fueron.
Los alcaldes y jefes delegacionales son el chiste mal contado
Someten a los congresos estatales, incluyendo la CDMX, para ajustar los valores catastrales.
Ya negociaron con sus bancadas. Ya plancharon. Ya dieron el sí, pero en el futuro, me deberás un favor.
El viejo sistema mexicano sigues vigente. Del ogro filantrópico. Del garrote en la examinación de las finanzas. Y del dulce, con los programas sociales para mantener aceitada la maquinaria de los pobres.