La Comandancia del Ejército, ¿de qué se trata?
Durante el fin de semana anterior, ocurrieron una serie de especulaciones respecto a la Comandancia del Ejército, sobre todo que si ya con esto, todo será militar.
Vamos a tratar de entender de qué se trata la designación del General de División, D.E.M. Eufemio Alberto Ibarra Flores, así como el objetivo y el beneficio que tendrá esta nueva forma de reestructura de las instituciones armadas.
Constitucionalmente, el Ejército tiene la potestad de salvaguardar la vida democrática y la soberanía nacional del territorio, de coadyuvar en la seguridad interior. Entre otras muchas funciones, está la de auxiliar a la población civil en casos de desastres naturales.
Para entender el contexto, la Sedena tiene en la misma persona dos operaciones muy grandes e importantes: Por un lado, la chamba de ser Secretario de Estado en todo lo que tiene que ver con la administración pública, y por otra parte, el despliegue operativo de todo el personal de tierra y aire que depende del General Secretario, quien acompañado del mando superior y su estado mayor, así como las diferentes direcciones generales de Arma y Servicios, llevan a cabo la tarea de administrar y operar al Ejército y la Fuerza Aérea.
Esta reforma, que tiene el firme propósito de modernizar y homologar la administración actual, ocurre en otras naciones cuando se une una gran rama como es el Ejército en tierra, otra rama vital que es la Fuerza Aérea, y además se deja abierta la posibilidad de que, una vez realizadas las reformas constitucionales, pueda tener una rama adicional para la Guardia Nacional, que será la parte de la Policía Nacional.
Cada una de estas ramas tiene su propio equipo de directivos, que en la milicia le llaman Estado Mayor; entre toda la estructura, se obtiene un Estado Mayor Conjunto que hace frente a las grandes decisiones de la Institución, como si fuera un gran corporativo en la iniciativa privada.
De tal manera que no hay nada de qué preocuparse. Esta reestructura o modernización del organigrama le dará oportunidad al General Secretario de concentrarse en las labores de Secretario de Estado en la Defensa Nacional y, obvio, será el jefe del Estado Mayor conjunto para todas las grandes decisiones que la Secretaria (con todas su ramas) tenga que tomar siempre al servicio de la nación.
Esperemos que esta medida le permita despresurizar su agenda, que se volvió muy complicada últimamente y no le deja tiempo para asuntos personales; aunque usted y yo pensemos que pudiera aprovechar los fines de semana, resulta que si no anda de gira con el señor Presidente, anda realizando visitas a las diferentes regiones y zonas militares del país, algo que llaman visitas de inspección, donde con su cercanía y en vivo, motiva a la tropa... Así que, ¡ni tiempo tiene para asuntos familiares!.
Sé por amigos que eran cercanos a Don Luis Cresencio Sandoval González que, una vez que fue designado como Secretario de la Defensa Nacional, ya no lo volvieron a ver. Estoy seguro que todo esto le servirá mucho para optimizar sus tiempos, ¡ni lesionado ha podido estar quieto!.
El fundamento legal para la designación de este nuevo mando está contenida en la Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea, artículo 14, fracción IX: Autorizar la creación de nuevas unidades para el Ejército y Fuerza Aérea; nuevas armas y servicios; nuevos establecimientos de educación militar o nuevos cuerpos especiales.