La frustración nacional

Duele la soberbia en la cancha de nuestros representativos nacionales.
Incluso les despreciamos con el peor látigo cuando depositan en los cestos de basura sus uniformes. 

Olvidamos que muchos de nuestros deportistas, con nobles excepciones, en deportes menos sociales o populares, son aquellos seres humanos de acero.

Capaces de buscar la gloria olímpica mediante el esfuerzo cotidiano.

En ir a entrenar en situaciones nada favorables.

Cortar lazos familiares y horarios de convivencia. 

Preparación extenuante.

Además de la gestoría en las instancias municipales, estatales y federales, para los pasajes. 

Quienes obtienen una medalla no lo hacen por México.

Lo hacen a pesar de nuestras instituciones. Detrás de esos deportistas de excelencia están sus consanguíneos. Quienes sufragan mediante rifas y donaciones silenciosas.

Ellos son quienes dan la cara por el barrio, por su delegación y sus futuros. 

Son quienes resultan la mejor inversión de costo beneficio.

Aún en tiempos de desesperanza, ahogo y olvido. 

Los periodistas somos culpables del endiosamiento de las mediocres selecciones de futbol soccer varonil y femenil. 

Ojalá tuviéramos la fortaleza de los equipos de béisbol y softball femenil y varonil.

Ellos, además de las clavadistas y las chicas de halterofilia, son la mejor carta de presentación. 

Por encima de los ratones verdes de sueldos groseros. 
Gerson Gómez

Morelense de cepa Regiomontana. LCC con especialidad periodismo (UANL). Doctor en Artes y Humanidades (I.C.A.H.M.). Tránsfuga de la mesa de redacción en diferentes periódicos como El Diario de Monterrey, Tribuna de Monterrey, y del grupo Reforma en el matutino Metro y vespertino El Sol. Escort de rockeros, cumbiamberos, vallenatos y aprendices al mundo de la farándula. Asiste o asistía regularmente a conciertos, salas de baile, lupanares, premieres, partidos de fútbol y hasta al culto dominical. Le teme al cosmos, al SAT, a la vejez y a la escasez de bebidas etílicas. Practica con regularidad el ghosting. Autor de varios libros de crónica como Hemisferio de las Estaciones, Crónicas Perdidas, Montehell, Turista del Apocalipsis, Monterrey Pop y Prêt-à-porter: crónicas a la medida.