La hiper inflación
Tiene en alerta máxima a los economistas. En la volatibilidad de los mercados, la especulación, naufraga los factores para establecer logaritmos beneficiosos.
Son días difíciles. Semanas de poco margen de ganancia. Las bolsas de valores dejaron de ser atractivas para los inversionistas.
El común denominador en las naciones es la descontrolada inflación. La granada explota. Los productos chatarra aumentaron su precio al 50.
Quienes menos tienen sucumben ante el hambre. Los bancos de alimentos, de las voluntades genuinas, muestran escasez.
Los números de desempleados resultan maquillados. Profesionistas con doctorado manejan taxis de aplicación. Sus jornadas son de 12 horas por las venas de las ciudades.
Del asombro a la recriminación. Enfermar e irse de incapacidad se corre el riesgo del despido definitivo.
Comer variado y nutritivo, solo los días de pago. Cuando el cheque o el depósito se hace en las cuentas personales.
Cambios de vestimenta o joyería, salvo quienes necesitan aparentar bonanza. Las vacaciones a los destinos turísticos, con precios en divisas internacionales, solo para suicidas e inconscientes.
Los presupuestos familiares se estiran al máximo. Los artículos de limpieza genéricos. Ya no los de aroma a bosque.