La trascendencia de llamarse Carlos III

"Long live the King" (Larga vida al Rey): frase ancestral de origen inglés y francés.

La gran mayoría de los seres humanos, sobre todo del Occidente del mundo, al escuchar tan repetidamente en los noticieros, y a todas horas, el nombre del ya Rey de Inglaterra: Carlos III tras el muy lamentable e inesperado fallecimiento de su madre la Reina Isabel II, se nos llena la mente, el inconsciente, y la memoria histórica, de todo lo que sabemos que logró otro Rey, en su momento, también llamado Carlos, pero I, a quien nombraron por decisión europea: Carlos V, y que en México vemos retratado en un chocolate muy famoso.

Claro que la época renacentista de Carlos I, también conocido como Emperador del sacro imperio romano germánico de su época, de sus conquistas, incluyendo la de la Nueva España, de sus proezas, que quedaron impresas en los libros de Historia para siempre, y del enriquecimiento global que se obtuvo gracias a su mandato, no van a repetirse, pero sí prevalece la esperanza universal, consciente e  inconsciente, de que con otro Carlos, ahora III, en ésta época actual, pudiera simularse una vivencia política y social similar, y recuperar, de alguna manera, la grandeza histórica que se vivió bajo el mandato de otro Carlos, hace mucho, mucho tiempo.

Y me atrevo a recomendarle al rey Carlos III del Reino Unido, al escribir humildemente el presente ensayo, siguiendo la línea idealista del párrafo anterior, por si algún día lo llegara a leer, que con el poder que le otorga su investidura como monarca y su grandiosa herencia con la que la Historia terminó coronándolo ahora, que intente lograr la paz en Siria, y consecuentemente, con Israel.

Estos son territorios que alguna vez fueron colonias de su abuelo Jorge VI como primer jefe de la Mancomunidad de Naciones, y que administró muy controversialmente su Primer Ministro Winston Churchill, a quien Carlos III conoció personalmente de niño y adolescente, y con quien seguramente platicó y se inspiró, misma propuesta de paz que intenté hacerle al Presidente estadounidense Joe Biden cuando visitó Israel, y que se quedó plasmada como columna en Detona.com.

No son tiempos modernos los que ahora llevaron a Carlos III al trono de Inglaterra como un sueño de realeza cumplido, son los mismos tiempos que hemos vivido toda la Humanidad por siempre. 

Tiempos de reyes y de reinados, igual que el de David, o el de Carlos I, tiempos de guerras, y tiempos de paz, generados y concluidos, siempre, desde sus tronos.

Alberto Halabe Bucay

Médico con título de la Universidad La Salle, pediatra egresado del Hospital Infantil de México “Federico Gómez”, escribe para DETONA y SDP Noticias.