Las guerras de antes y las de ahora
Desde que existe la Humanidad como tal, han ocurrido guerras entre vecinos, entre familias, entre grupos sociales, entre comunidades, y entre naciones, y por muy diversos motivos, incluyendo territoriales, ambiciosos, vengativos, económicos, religiosos, de dominio y poder o combinación de éstos.
Pero lo que sucedía antes de la Segunda Guerra Mundial, y durante toda la historia, es que hubo epidemias y pandemias que dañaron mucho a la Humanidad.
Antes les llamaban pestes y plagas, y la mortalidad era muy alta, incluyendo a la que ocasionaba la peste negra, la peste bubónica, el cólera, la viruela y muchas más, y cuando ocurrían, muchos hombres morían jóvenes, la expectativa de vida no rebasaba los 40 años en promedio, por eso dichos hombres preferían ir a las guerras, y al hacerlo, no sólo cumplían sus ideales y propósitos que los grandes líderes les imponían, también, de alguna manera, les beneficiaba económicamente.
Se sabe, por ejemplo, que los soldados del ejército de Napoleón Bonaparte eran muy bien remunerados, y así, al ir a las guerras, y morir, ya no sufrían los embates de aquellas plagas y pestes.
Pero el mundo cambió, aparecieron sucesivamente las vacunas, los antibióticos, los antivirales, y otros tratamientos médicos del mismo calibre, las compañías farmacéuticas se multiplicaron económica y afortunadamente, y se abatieron todas esas epidemias, pandemias, pestes, y plagas.
Para mediados del siglo XX, la expectativa de vida en general superó los 70 años, más elevada en mujeres que en hombres.
Y las guerras no disminuyeron con éste extraordinario fenómeno de curación global, pero sí se atenuaron, incluyendo a las ocurridas durante la Guerra Fría, solo exceptuando las que involucran a los países árabes en general.
Entonces, ¿qué está pasando ahora?, ¿porqué los conflictos bélicos se incrementaron y acontecen similarmente a lo ocurrido antes de la Segunda Guerra Mundial y de los tratamientos que cambiaron la Historia de la expectativa de vida, incluyendo a las vacunas y a los antibióticos?
¿Será que la pandemia por covid-19 resucitó ese sentimentalismo universal humano de preferir ir a las guerras que contagiarse de infecciones mortales y morir intubados?.