Nuestra señora La Cultura
Ha muerto CONARTE.
Ha fallecido también el Fondo Editorial Nuevo León. Han muerto de inanición. Pasaron a la historia con la infamia del uso inadecuado de los presupuestos.
Del sacrificio en cada año fiscal. En las asignaciones. En la poca imaginación de quienes estuvieron al frente. De carecer de promotores y gestores culturales con visión.
No solo al estilo Club Campestre o de empecinarse en solo cubrir las apariencias del Ballet de Monterrey.
Ha muerto con el 80% del uso de su asignación en gastos de representación, sueldos altos de su Presidente y su Secretaria Técnica.
Seis años de simulación en el gobierno independiente de Jaime Rodríguez Calderón.
CONARTE no incrementó, no educó, no distribuyó, el contendido intelectual de los artistas de Nuevo León.
Se castigó a sus detractores. A los vocales, representantes de los gremios, por sus desacuerdos en las juntas de Consejo.
CONARTE ha fallecido. De un solo plumazo. También pereció el Fondo Editorial Nuevo León.
Le aconsejaron al gobernador Samuel García adecuar el organigrama estatal a los postulados de la Constitución Nacional.
Desde el momento de elevar en rango el derecho a la cultura.
Han muerto CONARTE y el Fondo Editorial Nuevo León.
Le sobrevive, no para mejorar, su viuda, la ex Secretaria Técnica de CONARTE, la Dra. Melissa Segura, recién nombrada como Secretaria de Cultura de Nuevo León.
Toca a los diputados locales extinguir CONARTE y el Fondo Editorial Nuevo León. Para no duplicar funciones.