Pirgopolínices en el Metro

La dependencia respecto al ejército no es agradable pero se comprende.
Por José Francisco Villarreal
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Calderón DETONA aquí.

Soy lo bastante simple como para releer una comedia latina clásica y volver a reírme.

Durante siglos no hemos avanzado mucho en gags cómicos; siguen siendo básicamente los mismos.

Recién me divertía como chamaco releyendo Miles Gloriosus (El soldado fanfarrón), de Plauto.

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Lo hubiera disfrutado más si lo hubiera leído en latín; hasta en las malas traducciones se trasluce que don Plauto gustaba de greguerías lingüísticas, y quién sabe qué travesuras hizo al incluir nombres griegos en su comedia.

Nada más el nombre del protagonista, Pirgopolínices, degrada cualquier mérito militar.

Pero para entender el latín romano no hay traductor vivo, habría qué ser romano latino in situ.

Interesante cómo el arte y el vulgo han tratado a la milicia a través de los tiempos.

Los llevan por la avenida del heroísmo pero tarde o temprano cruzan por callejón del ridículo.

Ni el “glorioso” Napoleón se ha salvado después de tomarse la “foto” rascándose la panza.

Calderón DETONA aquí.
José Francisco Villarreal
Regiomontano pero criado en el medio rural cuando aún no esterilizaban a la tierra a fuerza de cemento, asfalto y contaminación. Estudiante prófugo de Letras Españolas y de FIME en la UANL pero con título de Técnico Mecánico Electricista. Con ese singular aval fue maestro de Humanidades en preparatoria del Tec de Monterrey, colaborador en publicaciones culturales locales y regionales, polizón y luego miembro del staff del suplemento cultural “Aquí Vamos” del diario “El Porvenir”, convidado en segunda generación del Centro de Escritores de Nuevo León, y mecánico de piso en Cervecería Cuauhtémoc y CyDSA. Ha sido también guionista en Televisa Monterrey y luego, en diferentes tiempos, jefe de Información y de Redacción en el área de noticias. Ahí mismo, eminencia gris, o discreto fantasma, en el análisis de información y en la planeación de estrategias de cobertura e investigación. También fue celoso cancerbero de la biblioteca y hemeroteca de esa empresa televisora. Al borde del ocaso, fue colaborador, asesor, redactor, responsable editorial y eventualmente director de Noticias en NRM Comunicaciones. Actualmente cuida de cuatro perros y una paloma inválida.