Turquía, Siria y hasta México
Esta semana hemos vivido a la distancia la experiencia –vía noticias que corren por los medios tradicionales ya sea la televisión, los periódicos impresos y electrónicos, así como las volátiles redes sociales– de escenas muy impactantes de cómo caen edificios completos como si fuera usada dinamita y un avanzado grado ingenieril para tener tal precisión en la demolición.
Pero lamentablemente también otras imágenes donde mascotas están junto a la extremidad de su amo, ignoro si allá también llaman a los perros como perr-hijos pero la lealtad de esas mascotas es universal, otras escenas de rescates.
No fueron actos voluntarios de ningún humano, se trata de los fenómenos de la naturaleza. Para algunos o muchos se viene el recuerdo de lo que en nuestro país se ha vivido en diferentes años en la misma fecha en la CDMX, así como en otros estados y municipios donde también se han presentado este tipo de fenómenos.
Cada que se presentan este tipo de eventos nos recuerda que hay varios temas en los que tenemos deuda con el planeta y muchas de estas cosas ocurren por la temperatura que le estamos dando al globo como parte de los efectos del cambio climático, siendo así, sin quererlo pero de alguna manera todos los habitantes de este mundo podemos ser corresponsables de los que les ocurre en aquellos lejanos lugares.
Vaya qué cruda realidad, cuando nos hablen de las medidas de prevención de los efectos del cambio climático pongamos atención y veamos de qué manera podemos contribuir a minimizar el daño, por lo menos en lo que cada uno de nosotros hacemos.
Sin duda a ti que eres un ciudadano responsable te hará sentir mejor.
Aún es muy pronto, pero debemos ir viendo cómo poder colaborar a la distancia con los rescatistas que van desde nuestro estado y país, así como la forma de poder ayudar a las víctimas allá.
En esta ocasión y en función de la distancia y las dificultades logísticas y económicas para trasladar ayuda material, lo conveniente será mediante aportaciones económicas por medio de la Cruz Roja, ellos podrán llegar desde las naciones cercanas con la ayuda y materiales que se ocupan para ponerse a salvo y luego vendrá la reconstrucción.
Digo que hasta México, ya que en nuestro país hemos vivido experiencias catastróficas como los varios terremotos que nos ha tocado vivir, ahora sí que con mayor cercanía, a este respecto Fortaleza Ciudadana ha propuesto a los titulares de la 4.ª Región Militar con sede en esta capital que debemos hacer un cambio en el SNM.
Propuse un programa piloto para que a los jóvenes que estén dando cumplimiento a su servicio reglamentario les ofrezcan que se adhieran a un programa de capacitación como rescatistas y con ese estado de fuerza crear una compañía de reserva de hombres y mujeres entrenados en temas como búsqueda y rescate, primeros auxilios, combate y extinción de incendios, traslado de pacientes policontundidos, desde el acordonamiento de áreas de trabajo para evitar riesgos a la población civil.
Si recordamos, en nuestros terremotos ha habido conflicto entre civiles y rescatistas militares y esto se debe a que las buenas intenciones del personal civil no son suficientes para ir a un rescate, sobre todo cuando el área presenta riesgos de que se sigan colapsando estructuras y exista riesgo para los rescatistas, hay una premisa entre los socorristas que es muy simple pero necesaria: “para poder ayudar se requiere estar bien”, así que generar un grupo con estas capacidades les puede permitir tener un trabajo ligado a las áreas de seguridad industrial.