Contra transportistas abusivos que se fían de fake news

El servicio de transporte público en el área metropolitana de Monterrey ha sido una calamidad.

Se supone que a todos los nuevoleoneses nos interesa tener un transporte público de primer mundo.

La vida urbana mejora gracias a la movilidad.

Sin embargo, el servicio de transporte público en el área metropolitana de Monterrey ha sido una calamidad.

Vivimos en una metrópoli de primer mundo con camiones urbanos de tercer mundo.

El pésimo servicio tiene culpables.

Los culpables tienen nombres y apellidos.

Algunos empresarios del ramo se aliaron con políticos corruptos del sexenio pasado.

Las consecuencias saltan a la vista.

Eso sin tomar en cuenta lo que se dejó de implantar: una movilidad inteligente, con centros de transferencia, con sistemas interconectados, con cámaras de seguridad y wifi.

Lo que parecía una utopía, era una meta perfectamente realizable.

Ahora queremos que el gobierno deshaga el entuerto, pero sin presionar a ningún gandalla.

Queremos movilidad de primer mundo, pero manteniendo a los vivales de siempre.

Queremos avances pero aguantando a los grupos de presión.

El gobierno les ofreció subsidiarles a los transportistas $2.00 pesos por kilómetro para queno incrementaran la tarifa a los 2 millones de usuarios.

Pero la condición era demostrar a la autoridad pública cuántos kilómetros se recorrían.

La condición era entregar documentos legales que nunca se entregaron.

La condición era cumplir con la ley a cambio del subsidio (que sería retroactivo en cuanto el transportista se pusiera al corriente con los requisitos).

Algunos no lo hicieron. Por sus pistolas subieron $15.00 pesos la tarifa.

Amañaron un supuesto acuerdo de la Comisión de Costos del Instituto de Movilidad para darle tintes legales al aumento arbitrario de tarifa. Agandalle vil.

Creyeron salirse con la suya. Hasta que se toparon con pared.

¿Qué hicieron entonces? Manipular las redes sociales, meter fake news en los chats de WhatsApp y alegar que era injusto multar a las unidades que cobraron de más.

Se hicieron las víctimas.

La mayoría de los transportistas entendieron, volvieron a la legalidad y cobraron la tarifa normal. Otros se montaron en su macho.

La Ruta 400, por ejemplo, insistió con el incremento ilegal. Se le requisó esa empresa a Abelardo Martínez mediante acciones legales.

Incluso se le resguardaron bienes y se aseguró una alta suma de dinero con billetes de alta denominación guardados en su bóveda de la colonia San Gilberto.

¿Por qué se requisaron algunas rutas sí y otras no? Porque tampoco se trataba de dejar sin servicio a los usuarios, sobre todo a partir del día de hoy que es inicio de semana laboral.

Lanzar una convocatoria para transportistas de otros estados con el que se contraten nuevas unidades que presten el servicio es lo más sano que pudo hacer el gobierno estatal. Otro acierto es que sea con la modalidad de pago por kilómetro recorrido.

Las irregularidades en la prestación de un servicio se combaten con la libre competencia. Así de simple.

Bien por Samuel García y por Hernán Villarreal, secretario de Movilidad y Planeación Urbana.

Vamos a hacer realidad, entre todos, el sueño de tener una movilidad de primer mundo para Nuevo León, pese a quien le pese.

A la larga se valorará el resultado exitoso de este enorme esfuerzo colectivo.
Eloy Garza

Es abogado, maestro en Letras por la UNAM y máster en Tecnologías de la Información por la Universidad Oberta de Cataluña. Escribe para diversos medios de comunicación.