Irreverente

¿Y?

Por ser domingo, Plácido DETONA dos historias salpicadas de humor.
¿Les platico la primera? ¡Arre!

Había una vez dos que vivían en una casa como para diez.

“¿Para qué queremos una casa tan grande si solo somos tú y yo?”, le preguntaba el hombre de mediana edad a su esposa, un tanto más joven, pero de la misma “rodada”.

Preguntas y respuestas iban y venían mientras la casa aquella tomaba forma.

Llegó el día en que finalmente se mudaron y aparecieron entonces las primeras visitas, motivo de que fuera tan grande.

Había dos enormes boilers para las habitaciones de ambas alas de la casa.

Solo encendían uno, pero cuando había visitantes, los dos.

Cierto día, ella se fue a ver a sus papás que vivían en otra ciudad.

Pero resultó que antes de  su regreso, el hijo mayor -que vivía en otro país- había anunciado que les caería, como dicen los chavos.

Cada media hora, ella le mandaba mensajes a su marido para que no se le fuera a olvidar prender el boiler de los visitantes.

  • El mero día de la llegada del crío, hasta le envió un videíto con instrucciones para que no batallara con el encendido.
  • Ella sabía que su marido ni sabía, ni quería ni podía ocuparse de labores mundanas como encender un boiler. Estaba para otras cosas, pero para esas, no.

Y llegó el hijo, y se duchó deliciosamente, merced a que el marido había seguido al pie de la letra las instrucciones del videíto que le envió su diligente esposa.... para encender el boiler.

La visita regresó al país donde vivía y todo terminó bien en esta historia.

¿Y?

Por esta pregunta de una sola letra que el marido había escrito en el FB de un amigo viejo y lejano de su esposa, los dos dejaron de dirigirse la palabra, porque ella decía que era familia, pero no lo eran. Si acaso, paisanos, pero familia, no.

A ella no le gustó que le hubiera preguntado ¿Y?... ni a su amigo viejo y lejano tampoco.

"¿Cuál fue tu intención?", preguntaba la mujer.

Y él se encogía de hombros respondiéndole que cada quien toma las cosas con la intención que quiera.

El amigo aquel del FB inflaba músculo -y ego también- en un gym y se tomaba chingos de fotos frente al espejo.

Al marido de esta historia le chocaban esas demostraciones de narcisos egos inflados y no resistía la tentación de decírselos.

Por esa sola pregunta de una sola letra que de pronto había aparecido en su galería de FB, el de las selfies del gym se había ofendido.

Hizo tanto guato, que convocó a un conciliábulo familiar y le mandó un primer mensaje al preguntón:

"La familia se enteró y están bien encabronados contigo", le dijo.

Entonces, el preguntón volvió a la carga:

¿Y?
  • Fue todo lo que le respondió, pero provocó la ira del de las selfies, quien totalmente fuera de sí, le mentó la madre con diversas, variadas y muchísimas letras; todo por escrito, pues nunca se animó a llamarle.
  • El marido del boiler esperaba que su esposa fuera solidaria y lo apoyara por tan ingeniosa, inicua e inocua forma de hacer que un despoblado mental perdiera los estribos a causa de una sola letra.
 Pero la cosa salió al revés:
  •  Al mismo tiempo que el de las selfies lo bloqueó de sus redes, ella hizo lo mismo... contra su marido.
  • Además, dejó de dirigirle la palabra.
  • Para no perturbarla, él se “mudó” temporalmente al cuarto de visitas del boiler apagado.
  • Apenas se fue el crío, ella había apagado el aparato y en consecuencia, el marido se duchaba todos los días conaguafría.
  • Como les dije, no era propiamente un “handy man” como lo son los buenos esposos.
  • Tenía otras “gracias”, pero no incluían andar encendiendo boilers.
  • Ella sabía eso perfectamente y a pesar de que su marido se estaba duchando con agua fría, nunca encendió el mentado boiler... es más, ni siquiera le volvió a enviar el videíto didáctico...
Colofón:
  • No solo la sangre manda en casos así.
  • Por lo visto, también las viejas amistades, aunque sean lejanas en tiempo y distancia. 
  • Y todo esto, por una simple y llana pregunta de una sola letra.
Segunda historia: 
  • Había una vez una mujer que de todo se quejaba, pero no se corregía porque nunca aceptaba que era así.
  • Un día que acompañaba a su marido en la calesa de la casa, la yegua que tiraba del carruaje reparaba y hacía cabriolas cada que pasaban por un hoyo en el camino.
  • Por más que el marido tiraba de la rienda, la yegua no daba tregua en sus reparos. Así, con reparos y relinchos se quejan los equinos. Como no saben hablar…
  • A cada jalón de rienda que el marido le daba, profería en voz alta una sola palabra: “¡Uno…!”
  • Como la yegua seguía reparando, el patrón soltó otra: “¡Dos…!”
  • Y como las quejumbres, reparos, relinchos y cabriolas no paraban, al momento de decir “¡Tres!...”, el marido sacó la pistola y de un tiro mató a la yegua.
  • De regreso a la casa, mientras caminaban sacándoles la vuelta a los hoyos, la mujer le gritaba que era un bruto, un animal, que cómo se le había ocurrido hacer eso, que esto y l’otro. ¡No paraba!
  • Entonces, el marido detuvo su andar; volteó a verla y con una expresión propia del infinito amor que le tenía, le dijo suave y tiernamente una sola palabra: “Uno…”
Las dos historias son ficticias, pero basadas en hechos reales. Quise platicárselas con humor, al que iba a llamar "negro", pero me contuve cuando vi lo siguiente:
Cajón de sastre:
  • Mañana, cambio completo de programa, sin faltar el Incomparable Iván; la Infame e Infumable Ramle y los desabridos gansitos rellenos de nada: la Ardiente, Ardorosa y Metiche Lady Rabietas Cochinilla -perdón- Cuachanilla -perdón- Cachanilla, con su inigualable, infaltable e inflable patiño, el Inquisidor Beto Hogueras Fogatitas y la sinsostenible Irene, nueva adquisición de este clan de chaleros -perdón otra vez- chateros.
  • Espero que hayan tenido ustedes un plácido domingo.
Plácido Garza

Presidente de la plataforma noticiosa www.detona.com que cuenta con un periódico y canales de TV en YouTube y Tik Tok. Ganador del Premio Nacional de Comunicación para Medios Digitales 2023, otorgado por la “Fundación José Pagés Llergo”. Trofeo Regio 2024 en la categoría de Comunicación. Nominado a los Premios de Periodismo “Maria Moors Cabot" de la Universidad de Columbia en NYC; "Sociedad Interamericana de Prensa"; “Nacional de Periodismo en México" y Premio Estatal de Periodismo “Francisco Cerda Muñoz” 2024. Miembro de los Consejos de Administración de varias corporaciones globales. Exporta información a empresas y gobiernos de varios países. Creador de la primera plataforma BigData en México. Escribe todos los días su columna IRREVERENTE para medios nacionales y extranjeros. Maestro de distinguidos comunicadores en el ITESM, la U-ERRE y universidades de EEUU. El 29 de septiembre del 2022, Plácido Garza es incluido en la Enciclopedia de la literatura en México por su libro “Irreverente”, donde se le destaca en la reseña como “un disparador incansable de ideas, algunas provocadoras, otras, lapidarias”. Se le reconoce por tener un tono fresco y mordaz, de crítica política y social, así como una viva expresión de la lengua y la cultura mexicana; una mezcla antagónica generada por la proximidad con Estados Unidos. Como montañista, ha conquistado las cumbres más altas de América y una que otra de Asia y Europa.