Eliminan fideicomisos y ahí viene un chingo de Guasones.

Unos cuantos se hicieron multimillonarios con los negocios armados a modo entre políticos y empresarios.

El año pasado se exhibió la película El Guasón.

Está ok, la actuación de Joaquín Phoenix es excelente, pero lo mejor es el tema, contenido y sobre todo el mensaje que invita a reflexionar sobre la situación de la pobreza en la sociedad contemporánea.

Describe con crudeza la situación de los pobres en Ciudad Gótica, la difícil vida de los enfermos mentales o discapacitados, la corrupción, el manipuleo de los medios de comunicación, la burla que se hace de los pobres en los programas de TV, la deficiente operación de los programas asistenciales, así como la frialdad como es manejada, la falta de servicios públicos, tales como recolección de basura, vigilancia policiaca, falta de alumbrado público, la lucha por el poder político, el abuso del rico contra el pobre, en la imagen de la mamá del Guasón, pero sobre todo la ceguera de la sociedad de los ricos, ante el sufrimiento de los más necesitados.

La lucha de clases y la enorme brecha entre pobres y ricos, es un tema que permanentemente han estado en estudio por religiosos, economistas, sociólogos, psicólogos, antropólogos y por supuesto politólogos.

La pobreza no es un elemento exclusivo de una parte de nuestro mundo, existe y está en todos sus rincones, por supuesto que en algunos lugares los pobres son mayoría.

LOS GUASONES DE MÉXICO.

En México el 72% de la población económicamente activa tiene ingresos menores a los $8,000.00 mensuales, la mitad de ellos tienen que empeñar algún bien, o pedir prestado para solventar sus gastos mensuales.

De acuerdo al INEGI, cerca de 10 millones de mexicanos viven en extrema pobreza, es decir no tienen vivienda, seguridad social, educación, trabajo, ni asistencia social.

Otros 26 millones viven en pobreza media. Entonces estamos hablando que 36 millones y el número ha crecido en el presente año rebasando los 50 millones, con motivo de la crisis económica y la pandemia del covid-19.

Por lo tanto, nuestros compatriotas son caldo de cultivo para el crimen organizado, la semilla del resentimiento social, la comisión de delitos para sobrevivir, la disfuncionalidad de las familias, con niños abandonados, violados, acosados, mal alimentados, que al convertirse en jóvenes no tienen oportunidades de educación, trabajo, salud y otras prestaciones.

Este sector de la población tiene una rutina de vida llena de frustraciones y desventajas, comparado con los demás sectores sociales de nuestro país.

Aquí se incuba el resentimiento, el odio de clases, la violencia, el vandalismo, la marginación que como como hiedra venenosa contamina a la sociedad. 

El sistema político mexicano, entiéndase principalmente PRI-PAN-PRD, VERDE, MORENA y otros más, han fallado contundentemente.

En los últimos 30-40 años la población ha crecido y junto con ello la pobreza y los bajos niveles de bienestar.

Los gobiernos presidenciales del PRI-PAN se preocuparon más por el crecimiento económico, que por el desarrollo; alentaron la corrupción, la impunidad y unos cuantos se hicieron multimillonarios con los negocios armados a modo entre políticos y empresarios, al concesionar y regentear los bienes del patrimonio nacional, perjudicando a la comunidad nacional.

Desde el punto de vista social, este resentimiento ha provocado una serie de cambios en la forma de evaluar el bien y el mal.

LOS NIÑOS QUIEREN SER SICARIOS.

Hace unos meses, se hizo una encuesta en aquellos lugares de nuestro país, donde el crimen organizado tiene tremenda influencia, y resulta que más del 70% de los niños entrevistados con edades de 12-25 años, prefieren seguir la carrera de sicario, pues se gana dinero fácil y rápidamente, en lugar de estudiar y prepararse para ser mejores ciudadanos.

El 80% de los encuestados veía con respeto, envidia y con deseos de ser como los miembros del crimen organizado, ya que todos ellos tienen dinero, autos de lujo, mujeres a su disposición y poder sobre la sociedad.

Igualmente, el 87% no tienen respeto a los policías, ni al alcalde o funcionarios públicos.

Otra encuesta nos relata que de cada de 10 mexicanos, 8 no creen en ningún partido político y tampoco en el gobierno.

La excepción es AMLO ya que su nivel de popularidad es cercano al 60%, pues sus programas sociales están llegando a los bolsillos de jóvenes, adultos mayores y sectores pobres de la población.  

Todo este plan estaría bien mientras las finanzas públicas no fallen debido a la difícil situación económica que enfrentamos y a los errores cometidos por la actual administración federal en seguridad, economía y manejo de los dineros públicos.

En México hay millones de Guasones, AMLO está tratando ingenuamente de atenuar y reducir los  niveles de pobreza; sin embargo, la responsabilidad de cumplir esta meta no es solo del gobierno, sino de toda la sociedad, empezando por los empresarios.

Para ello, el gobierno debe crear un ambiente de armonía, respeto, legalidad, abatir la corrupción y la impunidad, mejorando la comunicación del sector público con la sociedad, evitando al confrontación, el odio y la estéril división de grupos sociales.

Los millones de Guasones, quienes son parte del crimen organizado, anarquistas, bandas de secuestradores, ladrones, extorsionadores, violadores, etc, están a la caza de conseguir más adeptos; el entorno es propicio para que lo logren, ya que la 4T y AMLO están desapareciendo cientos de fideicomisos, que trabajaban para resolver los graves problemas de los sectores de la población.

Con la excusa de que eran la caja chica de funcionarios públicos y eran centros de corrupción. Lo que no dice, es que requiere esos miles de millones de pesos para fondear sus programas sociales, ante la eminente crisis económica que viviremos en 2021. 

Las organizaciones de la sociedad debemos trabajar para fortalecer el bien común y servir a la comunidad, es nuestra obligación acabar con los Guasones, no creo que seamos tan miopes y egoístas.

Las crisis ofrecen la oportunidad de superarlas, pero también de construir mejores estadios de convivencia; estimo que esta es una de esas oportunidades, no la dejemos pasar.

raul.monter@46gmail.com

Raúl Monter Ortega

Coordinador de Campañas Electorales a nivel Federal, Estatal y Municipal. Editorialista, observador y activista de la vida política nacional. Promotor de las libertades constitucionales de los mexicanos. Catedrático y vicerrector de la Escuela Superior de Procesos Electorales.