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Fernando Botero: a mí sí me asusta Petro

La disputa política en Colombia dejó de ser entre continuidad o cambio, izquierda o derecha; es entre populismos.

BOGOTÁ, Colombia.-

La disputa política en Colombia dejó de ser entre continuidad o cambio, izquierda o derecha, sino entre populismos. El panorama es sombrío. Lo que viene es incertidumbre para mi país.

Quien así habla es Fernando Botero, exministro de Defensa, hijo del gran pintor y escultor colombiano, quizás el más cotizado y admirado del mundo, orgullo de este país y ligados ambos, padre e hijo, a las poderosas nutrientes de las raíces mexicanas.

-¿Por quién va a votar?

-Por el ingeniero Hernández. Voté por él en primera vuelta y lo volveré a hacer en la segunda-, dice en entrevista al enviado de EL FINANCIERO.

-¿La razón?

-Tengo mucho susto del esquema de Petro. Parecido a otros modelos del pasado, que fracasaron.

Para Fernando Botero Zea, Hernández tiene mayores posibilidades de ganar, y lo da casi como un hecho, aunque sin ningún entusiasmo.

Explica que “Petro ya llegó a su techo. El domingo (29 de mayo) obtuvo 40% de los votos y no pasa de la banda de los 40. Provoca temor. El ingeniero Hernández tiene todas las de ganar”.

De hecho, en el primer sondeo –un tracking, en realidad–, realizado después de la primera vuelta, Hernández tiene 41% de intención de voto, contra 39 de Petro.

Las encuestas formales, publicadas en días recientes, ponen de manera consistente al septuagenario exalcalde de Bucaramanga por encima del que siempre fue puntero: el senador y exalcalde de Bogotá.

En efecto, subraya Botero, “la gente le tiene más miedo a Petro que al ingeniero. Los dos representan cambio, los dos son populistas, uno a la izquierda y el otro a la derecha", dice.

Dos caudillos que aplastaron, con sobradas razones, el continuismo.

Uno es un salto al vacío, y el otro viene de tomar las armas contra las instituciones, en su momento afín a Chávez, lo que causa escalofríos en un país donde millones de venezolanos piden limosnas en las plazas públicas.

“Los dos suponen un enorme riesgo para Colombia”, señala Fernando Botero.

Le pido que haga una autocrítica de las élites colombianas, ¿en qué fallaron?

-El modelo económico que tenemos es excluyente. Hemos tenido crecimiento y se ha generado riqueza, pero también se ha producido una enorme desigualdad.

-Se ve en las estadísticas y en las calles-, le digo.

-La inmensa mayoría de la gente está marginada. Y lo que se ve, también es producto del coletazo de la pandemia. Quiebras de empresas y un desempleo enorme.

-Colombia es el país de la OCDE que mayor y más rápida recuperación ha tenido, luego del golpe mundial del COVID.

-Sí, pero la caída fue más profunda que en otros países.

-¿Impactó eso en las elecciones del domingo 29 de mayo?

-Sí, claro, los jóvenes, sin empleo, votaron por opciones radicales-, responde.

-¿Fue un voto de castigo?

-Fue un voto de hartazgo con los dirigentes de siempre. Una expresión de fatiga hacia las clases dirigentes y las dinastías políticas-, dice Botero, integrante del gabinete del presidente Samper, con quien acabó muy mal, e incluso padeció cárcel por un tiempo.

-¿Qué pasó con Federico Gutiérrez (Fico, exalcalde de Medellín, candidato presidencial de la derecha, que aparecía en segundo lugar)?

-Muchos se dieron cuenta que en un duelo Fico-Petro, Fico lo perdía. Que el único que le podía ganar a Petro era el ingeniero Hernández.

-¿Por qué lo perdía Fico?, tenía apoyos muy fuertes-, le digo.

-Por eso. El apoyo de los grandes electores lo perjudicó, en lugar de ayudar.

Fernando Botero no lo dice, pero los “grandes electores” en Colombia son el expresidente Álvaro Uribe y el actual presidente, Iván Duque.

¿El riesgo de Petro o el salto al vacío?

Dejo la respuesta de Andrés, un reflexivo cincuentón, conductor de Didi: “No voté en la primera vuelta ni votaré en la segunda. Nunca he votado”.

-¿Por qué, don Andrés?

-Porque quiero tener la conciencia tranquila.