¿Futuro sin reglas del juego?


Lo cierto es que no muestra nada nuevo excepto que descorre la realidad del mundo en el que vivimos siempre expuestos ante el poder y sus vaivenes, sobre todo siendo vecinos de la economía más poderosa del orbe.
Ante los desencantos que se acumulan en los grupos sociales por los pobres resultados de las narrativas que siempre venden los políticos y líderes, cada cierto tiempo logran llegar al poder público actores que ofrecen recobrar glorias pasadas para sus electores potenciales.
No es privativo de algún país o época, la historia está llena de ejemplos y hasta se les bautiza con total ligereza como rupturistas, porque se presume a-priori que introducirán medidas que acabarán de golpe con las tendencias degradantes o chocantes, ofertas que estimularan todo tipo de emociones expectantes en sus públicos electorales.



